Víctor Humareda, pintor universal


Votación: 290 votos

Escribe: Rolando Waldo Gomez Poma | Cultural - 27 Nov 2016


“Puntero derecho de la selección del equipo de fútbol de la provincia de Lampa. Ágil, escurridizo, efectivo, oportuno. La pelota rueda hasta sus pies, el estadio repleto está de fiesta. Es el partido definitivo. El equipo ganador representará al departamento de Puno en el campeonato nacional a realizarse en Lima. Todo el pueblo está ahí presente; la ciudad ha quedado vacía. La pelota se detiene en el chimpún negro e infalible. Miles de ojos miran al puntero y al arquero solitario. El puntero se demora inexplicablemente. Solo hay cuatro, cinco metros al arco. Basta un taponazo, ¡de los que tú sabes Víctor! Muchos años después de esa remota tarde pueblerina, nítida como la luz, el jugador que no disparó para convertir su taponazo en un triunfante y seguro gol, nos diría sonriendo…. ‘No disparé porque quedé extasiado viendo cómo se ponía el sol detrás del arco, pintando de colores las falderías de los cerros. Una fuerza agradable concentró mi mirada en ese espacio y a partir de ese momento, me sentí empujado a buscar el color, El Gol multitudinario”. A la memoria de Víctor Humareda Gallegos, Muñoz. A. Rev. Brisas 2016.

Muchas conjeturas obran en la vida y trascendencia historia pictórica de Víctor Humareda Gallegos, pero sus cuadros emotivamente llenos de color son los que trasuntan el espacio sideral aunado a las características indefinidas de la personalidad dentro del contexto urbanístico que lo rodeó.

“Yo vivo más o menos en la parada, porque hay existen personajes que dan mucha fuerza, sus miradas expresivas, los pinto tal como son, vendedores ambulantes, mendigos, locos…, para pintar, yo escojo un tema que me emocione, me guste, después hago los vocetos, tengo que hacer muchos vocetos. Estos cuadros están inspirados en la realidad y después pinto en mi taller,… que es un hotel”, se escucha en una entrevista de propia boca del pintor Humareda. Vive en su entorno social, porque la Parada significó génesis del nacimiento de la nueva transculturización andina, es el inicio de la conquista de Lima por los provincianos y es allí donde el artista se sentía en su mundo, describiendo en sus pinturas la fortaleza del andino, que presumiendo colores fuertes, trató de elucubrar una nueva forma de expresión artística en el país. Y solía decir: “Es la vida que ha escogido Don Víctor, de gran imaginación y grandes condiciones que le dio la naturaleza”.

Para los especialistas de las artes plásticas, lo colorido de los cuadros de Humareda es insólito y marca una época especial de la pintura, siempre quiso poner en primer plano el medio ambiente que rodea a la humanidad, porque siente un apego a una soledad, muchos lo recuerdan como un hombre de carácter alegre, especial y desconfiado hasta no poder, los óleos del artista representaron un análisis de las corrientes internacionales de la pintura, porque el “Pintor expresionista peruano reconocido por su creatividad, en sus obras él no se mostraba feliz, ya que se hacía clara la forma de utilizar colores con tonos de tristeza, melancolía y oscuridad, los cuales hacían de sus obras más apagadas; una que otra vez hacía uso de tonos muy suyos que hacía que el recuadro resaltara siquiera un poco más y así romper una cadena de pensamientos que divagaban por zonas de tristeza y angustia” (wikipedia). Siendo un personaje especialmente ataviado con terno, sombrero tipo hongo y un bastón.

Muñoz Monje escribe: “Jorge Sarmiento Llamosas, director de la obra, no demora en decirnos, la propuesta de Noches de luna sugiere que Víctor Humareda, después de vivir en un medio de obscena vulgaridad e indecencia, crea una singular estética exaltadora de los sentidos que presagia los contornos de la nueva plástica de Lima y sus habitantes en el siglo XXI. Otro gran hombre de teatro Ernesto Raez, subraya Noches de luna es teatro para ser visto como la expresión onírica de algo que pudo ser siendo o, como dice Anne Ubersfeld, en inspirada descripción, el teatro construyendo la realidad de lo imaginario. El autor de la obra César Vega Herrera confirma emocionado: Fascinado, fascinante, estrafalario, grande como él solo, Víctor Humareda, desde el fondo mágico y enamorado de su alma, de su soledad, idealiza a Marilyn Monroe. Talaverano, su leal y fiel amigo, incapaz de comprenderlo, ‘le sigue la cuerda’”. Esto, rememorando la vida agitada y de unos cuantos amigos que lo rodearon. Nunca trató de vivir en otro ambiente, fuera de la parada. De ahí que sus óleos reflejan el panorama de Lima y los habitantes que en ella subsistían. Pero al parecer fue el artista que más autoretratos se hizo, por ello se llega a la conclusión de que Humareda Gallegos siempre comprendió que estar fuera de su hábitat natural nunca podría ser alegre.

“Víctor Humareda Gallegos nació en la ciudad de Lampa el 6 de marzo de 1920, hijo de Emilio Humareda Caballero y Eudocia Gallegos Andia, empezó a dibujar con lápices de colores a muy temprana edad, iniciándose copiando la ‘Escuela de Atenas’ de Rafael. Su pasión por la belleza se refleja en este relato...en que jugando un partido de fútbol representando a Lampa, él había logrado driblar a tres jugadores y sin darse cuenta estaba solo frente al arquero del equipo rival, como se puede imaginar, marcar el gol era inevitable para nuestro joven artista pues en sus pies estaba la gloria de su equipo y de su tierra, pero el mismo en el lugar se quedó paralizado con los ojos fijos en el horizonte. ¿Qué había distraído a nuestro artista? El joven tan solo había quedado extasiado en ese mismo momento con la puesta del Sol sin importarle nada. A los 18 años viaja a Lima para estudiar en la Escuela de Bellas Artes, ingresando a la misma en 1938, pero por múltiples problemas económicos se retira para continuar nuevamente desde 1941 a 1947; culminando sus estudio es becado a la Argentina, a la que viajó en 1950; de paso por Lampa se le encarga pintar la Calle Pardo frente a la casona Macedo, obra que hoy se exhibe en la Dirección de la Escuela Nro. 871.Ya en Buenos Aires, ingresa a la Escuela ‘Ernesto de la Carcova’, ya en allí se familiariza con los arlequines, escenas bohemias y circenses; vuelve a Lima en 1952 y en 1954 ocupa la tan conocida habitación 283 del Hotel Lima, en la Parada, la zona más peligrosa de la capital, pero su arte le daba un salvoconducto para transitar ileso por aquel lugar, donde de morador de La Parada y merodeador de mujeres bellas, muchos sin conocerlo decían que era un borracho perdido, transitaba solitario impenitente, que se pasaba la vida en bares de baja estofa, lo cierto es que el pintor de Lampa era abstemio por elección y marginal por vocación. Su mundo estaba poblado de arlequines, quijotes y seres olvidados por Dios y por los hombres, amaba a Marilyn, a Toulouse Lautrec a Goya, a los toros y a Beethoven, de afuera parecía un sujeto estrafalario y medio chiflado, los que lo conocieron desde dentro sabían que cultivaba la pose y el gesto sólo para defenderse. Gustó de representar en sus cuadros, arlequines, multitudes en procesiones, mítines y rincones de Lima, expresado con color y fuerza, él es otro de los importantes expresionistas de nuestro horizonte artístico. Entre sus obras tenemos Silencio en la noche y Quinta Heeren de noche…”.

Al parecer hasta la fecha no existe una crítica profunda y desinhibida sobre la creación artística de Víctor Humareda; muchos lo recuerdan como un bohemio y transgresor de la moral al internarse sin reparos en los lugares nocturnos indeseables. Pero las personas que vivieron al lado del artista, manifiestan que Humareda Gallegos era un abstemio conspicuo, un enamorador irreconciliable, pero sobre todo un personaje querendón y muy infantilizado; en Lima tuvo un círculo cerrado de amistades y pocos discípulos del arte. Hoy todas sus creaciones plásticas cobraron vida y se revaloraron, porque existe interés para adquirir sus cuadros, que otrora el artista pintaba “por encargo”.


ESPACIO PUBLICITARIOS

Video



Encuesta

¿Está usted de acuerdo con el proyecto de remodelación de la Plaza de Armas de Puno?



Archivo
Telf.: +51-51-350775, +51-51-327436 | Dir.: Jr. Cajamarca Nro. 274 - Puno, Jr. Salaverry 411 Of. 307 Plaza de Armas - Juliaca.
CORPORACION DECANO ALTIPLANICO S.A.C. Diario Los Andes
Diseño y Desarrollo Web: G!