Boxeador Dionicio Alencastre Vizcarra: “Los valores nos guiarán a la cima”


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Escribe: ALONSO HUANCA | Deportes - 02 Aug 2015

Destacado pugilista nació en la ciudad imperial del Cusco, el 08 de abril de 1944. Luego, cuando arribó a nuestra ciudad, creó la primera Liga de Boxeo de Puno, en 1971, donde guió a los mejores boxeadores que ha dado, hasta ahora, esta parte del país. Es considerado uno de los mejores campeones nacionales amateur.


Disputó más de 80 peleas en toda su trayectoria. Era temible. Su pasión por el boxeo, dicen muchos, lo hacía transformarse en el ring, pues entraba a noquear, a imponer su ley. De su parte estaba su habilidad y agilidad, pues pocas veces recibía los golpes de su rival de turno.

Así, Dionicio Alencastre Vizcarra, el hombre que hoy es leyenda, pocas veces besó la lona. “Rondaba a ambos lados, tenía que estudiar los primeros rounds y encontrar un movimiento preciso para conectar el golpe y sacar provecho de ello”, recuerda hoy, con nostalgia.

En el lugar donde nos sentamos a conversar, el ahora exboxeador, cuando relata sus experiencias pugilísticas, deja entrever un brillo en sus ojos que lo retrocede en el tiempo, a esos años donde los golpes eran secos, furiosos y determinantes.

Según recuerda, peleó contra los prósperos Oder y Manuel Ronches, quienes eran los más fuertes de su época. En el primer round, con cada uno de ellos, salió con el corazón atemorizado pero seguro, y fue inteligente en su lucha, haciendo valer cada gota de sudor.

Con ellos aprendió que todo sirve para avanzar, para no tener miedo. “La disciplina fue el cimiento para levantarme de aquellas derrotas y continuar transitando en las peleas complicadas, donde me veía acorralado; sufrí para salir airoso, pero vencí, dominé e impedí siempre la ofensiva del contrincante, en las siguientes peleas”, rememora.

El primer round de su vida, según sus propias palabras, se lo debe a los hermanos Pacheco. “Diariamente me dirigía para ver como entrenaban los hermanos (Pacheco), quienes al verme me invitaron a ingresar para ayudar en los trabajos”, dice , con agradecimiento.

Alencastre no sabía entonces que le esperaba un gran camino. “Veía cómo instruían, me gustaba mucho; por eso decidí entrenar”, cuenta. Así, tras varios meses, comenzó su periplo deportivo, en algunos campeonatos de interbarrios, donde destacó por la potencia de sus brazos.

Al poco tiempo, y tras intensas luchas, se coronó campeón cusqueño de box. Pero él quería más, es por eso que decide viajar a Lima, cuando tenía apenas 18 años, en 1964.

Un año después, lleno de vigor y con cierta experiencia, arriba a Puno, para estudiar Educación en la Universidad Técnica del Altiplano. Así, en 1965, comienza a trabajar en el colegio Comercial N° 45, y luego en la G.U.E. “San Carlos”. Se jubiló tras 30 años de arduo trabajo.

Pero, ¿qué logró Dionicio Alencastre como boxeador? Fue campeón nacional en boxeo amateur y campeón regional categoría welter (64 kg). De otra parte, a él se debe la primera Liga de Box de Puno (1971), que logró la profesionalización y registró miles de boxeadores, quienes llegaron a Bolivia, Chile y Cuba, logrando campeonatos importantes (1970 - 1975).

Él, naturalmente, también destacó magníficamente. Llegó a Chile, Bolivia, entre otros países, ganando 13 peleas de las 17 que tuvo como profesional. “Admiro a Muhammad Ali, Mike Tyson, y ahora a Manny Pacquiao. Aprendí a ser aguerrido y humilde, lo cual quiero inculcar mis alumnos, porque sé que los valores nos guiarán a la cima”, culmina.


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