Los Andes

“El primer Congreso Regional de Turismo�, “Problemáticas y soluciones de la actividad turística para el desarrollo de la Región de Puno�, se ha llevado a cabo entre el 16 y el 18 de setiembre, en la ciudad de Puno, organizado por el Colegio de Licenciados en Turismo del Perú, Consejo Regional Puno.

La Región de Puno, como el Perú como país, necesita impulsar la actividad del turismo como parte de un proyecto nacional hacia el desarrollo, que sea asumido como una bandera y aspiración tanto regional como nacional.

Un proyecto nacional o regional es un conjunto de propuestas que tiene la capacidad de movilizar a la mayoría de la población, bajo el liderazgo de sus autoridades, líderes o conductores.

Un proyecto que movilizó a la mayoría de la población campesina en Puno, fue la lucha por la reestructuración de la tierra en los años de la década de los 1980, logrando transferir un millón ochocientas mil hectáreas de las llamadas empresas asociativas, en favor de las comunidades campesinas, como parte de la lucha por la igualdad y reivindicación campesina.

La lucha por la descentralización del país, que llevó a que se implemente un proceso de regionalización de los años 1990, así como la lucha por paz con justicia social, en contra de la violencia terrorista, entre 1980 y 2000, de Sendero Luminoso, y la equivocada política represiva que implementó el Estado peruano.

La crisis de la economía mundial que está llegando al Perú nos desnuda como una economía dependiente y vulnerable de las principales economías del mundo, como la estadounidense o la china, que son las dos más grandes del mundo; cuando baja la demanda de minerales, repercute en el Perú, generando una fuerte recesión y contracción de nuestra economía.

El Perú necesita diversificar su economía, dejar de ser primaria, minera exportadora, impulsando el desarrollo de otras actividades económicas.

Parte de la diversificación de nuestra economía es impulsar la actividad del turismo, que es una actividad a la cual se puede acceder con grandes, medianos o pequeños recursos económicos, en la que todos los sectores sociales, de una u otra forma, están involucrados: autoridades, comuneros, citadinos, gremios sociales, colegios profesionales universidades, etc.

La participación en el Producto Bruto Interno (PBI) de la actividad turística es reducida, alrededor del 3%, el Perú recibe anualmente unos 3 millones de turistas, es decir, alrededor del 10% de nuestra población nacional que es alrededor de 30 millones.

Países como España, Italia o Francia, reciben anualmente turistas equivalentes al 100% de sus poblaciones, es decir, 47.61 y 66 millones, respectivamente; asimismo, Chile con 17 millones recibe casi un 50%, unos 7 millones de turistas.

En la región de Puno, según las informaciones que contiene el “Plan de Desarrollo Regional Concertado Puno 2021�, recibimos menos de 200,000 turistas al año, siendo el objetivo de dicho plan recibir unos 800,000 turistas anuales hacia el 2021.

Puno ocupa el cuarto lugar como destino turístico del Perú, después de Cusco, Lima, Arequipa, seguido muy de cerca por Ancash; hace pocos años estábamos por encima de Arequipa.

Un plan concertado de desarrollo para nuestra región, que sea capaz de movilizar y comprometer a toda la sociedad, necesita que tenga las características de un proyecto social regional dentro de un proyecto nacional, necesita que los distintos sectores de nuestra sociedad se comprometan.

Nuestras autoridades regionales y municipales deben liderar este proceso con una propuesta de desarrollo e impulso al turismo, con el ejemplo, respetando la institucionalidad, actuando transparentemente.

Deben empezar poniendo en marcha los planes de diversificación y mejora en los servicios turísticos, tomar las previsiones para enfrentar contingencias como el fenómeno El Niño y similares.

Las organizaciones de la sociedad como la Federación Regional del Folclore de Puno (FRFP), ha dado importantes pasos en la institucionalidad de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, y otras festividades.

Los empresarios operadores del turismo, como hoteles, restaurantes, agencias de turismo, guías, deberían dialogar y llegar a acuerdos con los otros sectores.

Las Comunidades Campesinas, que tienen que ver con el turismo, como las poblaciones de Amantani, Taquile, los Uros, Sillustani, etc., deben ser atendidas por los empresarios operadores del turismo.

El acuerdo al que lleguen todos los sectores de la región debe ser de tal magnitud que puedan permitir, por ejemplo, que cuando haya paros, movilizaciones y otras actividades o protestas, se permita que el turismo no sea interrumpido en su tránsito, bajo la conciencia de que su desarrollo nos interesa y conviene a todos.