Los Andes

Finalmente, luego de 6 años, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ayer fijó los límites marítimos entre Perú y Chile, resolviendo que Chile devuelva 22 mil kilometros cuadrados de mar al Perú; y continúe explotando 17 mil km2, el área más rica en recursos marinos; porque en las 80 millas está lo mejor de la pesca.

Chile se queda con la mejor parte; lo saben los líderes peruanos pero lo callan; mientras que los chilenos cantan victoria. “El fallo ratifica que Chile conserva la casi totalidad de sus derechos de pesca y las posibilidades de trabajo de nuestros pescadores artesanales de la zona norte", dijo el presidente de Chile, Sebastián Piñera, en horas de la noche cuando hablaba en confianza con la televisión chilena.

En realidad incluso Chile esperaba una decisión más favorable para el Perú y preparaba a su clase política, sino recordemos la voz quebrada del ministro chileno, Andrés Chadwick o al mismo Sebastián Piñera que adelantaba que alargará la implementación del fallo cuanto más pueda.

Y así será el cumplimiento del fallo con la mandataria electa Michelle Bachelet quien asume el 11 de marzo; tan paulatino que los peruanos olvidaremos rápidamente que alguna vez recuperamos los 22 mil kilometros cuadrados de mar (que sumados a los 28 mil km2 del tríangualo exterior hacen 50 mil km2); peor aún considerando que no existe una política de defensa en la frontera, contrario a las garras de Chile que desde el año 2011 tiene secuestradas a 14 embarcaciones y 20 pescadores peruanos por trabajar en el límite del mar.