Los Andes

El temerario, aislado y agónico esfuerzo por pretender demostrar presencia política en claustros universitarios por parte de desquiciados remanentes violentistas; profusa y malintencionadamente difundidos hasta la saciedad por un importante sector de la prensa nacional en la semana que acaba de concluir; sirvió de oportuno y excepcional pretexto al gobierno de Alan García, a la derecha peruana y fundamentalmente al gran capital transnacional, primeramente como una estratégica y descarada cortina de humo fundamentalmente orientada a distraer la atención y preocupación de la opinión pública nacional sobre los indetenibles y escandalosos actos de corrupción y entreguismo antinacional del actual régimen y de sus aliados; luego, consideramos como peligroso y delicado el de disponer de una ‘adecuada justificación’ como para iniciar y promover una despiadada y demoledora campaña de desinformación, desprestigio y satanización contra del último y único espacio generador de conocimiento y pensamiento; del reducido espacio donde se desarrolla investigación científica, y se forman profesionales, técnicos , científicos, humanistas y políticos que en su momento asumirán responsabilidades de conducir el país; como es la Universidad peruana. La Apra con la cínica, cotidiana y escandalosa manipulación de cortinas de humo y psicosociales; evidentemente que superó de lejos al nefasto régimen fujimontesista.

Atenazada la raquítica y atomizada oposición en el Congreso de la República; copado masivamente el poder judicial junto a organismos contralores de éste último como es el Consejo Nacional de la Magistratura y el Tribunal Constitucional, arrodillada y despojada por unas pesetas de sus últimos vestigios de independencia, dignidad y decencia un mayoritario sector de la prensa nacional, evidentemente que para los fines autoritarios, intolerantes y entreguistas de la Apra, era fundamental, básico e impostergable, liquidar como fuera, el último baluarte democrático de reflexión, análisis, crítica y actitud contestaría como es la universidad peruana y que mejor argumento brindado por unos cuantos desadaptados al desarrollar una desafiante marcha, pretendiendo presentar como sí lo hace el gobierno una supuesta recomposición subversiva..

Evidentemente que la Apra en su versión neoliberal y bajo la égida del ‘ilustre’ y modernizado ‘pensamiento Alan’, para la consolidación del modelo político que ciega, terca y tozudamente aplica; prioriza la subasta y saqueo de nuestros recursos naturales y el interés económico transnacional en contra del bienestar de las mayorías nacionales así como el futuro y seguridad de las generaciones venideras; y para ello considera necesaria el reforzamiento y blindaje de la figura autoritaria y dictatorial del primer mandatario, ubicando a las Fuerzas Armadas y la Policía como actores protagónicos en el escenario político nacional y fiel a su esencia intolerante y sectaria, borrar del mapa cualquier vestigio de oposición y con ella evidentemente desaparecer la universidad pública, por considerarla al más puro corte feudal e inquisitorial como una institución desestabilizadora y peligrosa para el “régimen democrático� que según su fantasiosa y alucinante versión y a pesar de la crisis económica mundial, es ’exitosa’, sólida y más fuerte que la norteamericana.

Si bien es cierto que a nivel de la comunidad universitaria y sectores más ilustrados y pensantes se temía el advenimiento de un periodo sombrío para la supervivencia y crecimiento de la universidad sobre todo por la amarga experiencia del primer periodo de García; jamás nos imaginamos que esa sistemática agresión tuviera efectos tan desastrosos entre los miembros de la comunidad universitaria tal punto de adormecer y anular tan desvergonzadamente la capacidad de indignación y respuesta a toda una orquestada campaña de desprestigio, desinformación y satanización, solo la actitud oportuna y valiente de la gloriosa Federación de Estudiantes del Perú a través de sus dirigentes y como no podía ser de otra manera, miles de estudiantes sanmarquinos en una masiva marcha de protesta por el centro de la capital, pudo de algún modo frenar, denunciar y desenmascarar los malévolos propósitos del gobierno para con la Universidad peruana en su conjunto. A nivel de universidades públicas de provincias fue realmente clamoroso el silencio y la ausencia de respuestas institucionales.

Para nadie es desconocido el hecho de que uno de los más importantes logros de la Reforma Universitaria de Córdova de 1919, fue la liquidación de cenáculo escolástico-familiar que por entonces era la institución universitaria, y el logro fundamental del cogobierno, la libertad de cátedra junto a la introducción de asignaturas nuevas y la preocupación por la persona humana principio fundamental del liberalismo, cambios que de por sí en sí definen la esencia política de la Universidad, y su objetivo fundamental de formar eficientemente a futuros dirigentes del país, ello evidentemente implica estudiar, conocer y comprender objetivamente nuestra compleja realidad, así como conocer, contrastar e interpretar el pensamiento y la práctica política mundial porque formamos parte de lo que los Torquemada modernos llaman la “aldea global�, y porque justamente el modelo político que aplica el actual régimen causa de la pobreza, injusticia y de los “faenones�; es copia burda de modelos aplicados a otras realidades con funestas consecuencias, y ello necesariamente tiene que ser cuestionado, planteamiento que como es lógico suponer proviene mayoritariamente de los claustros universitarios y eso evidentemente no acepta y menos perdona la dirigencia aprista. Lo que pretende la Apra con su beligerante e intolerante actitud hacia la Universidad es que no haya pensamiento crítico y menos aún cuestionamientos; que el pueblo como las mesnadas apristas ululen disciplinadamente las surrealistas y estentóreas consignas.

La histórica e impostergable tarea de construir un país moderno de esencia democrática con instituciones sólidas, entre todas ellas con una Universidad en la que se observe una irrestricta libertad e independencia de criterio como para generar pensamiento, conocimiento y Ciencia; con partidos políticos serios y transparentes que representen e interpretes del sentir colectivo y no con agrupaciones fantasmales que, asumen el quehacer político como privilegio, herencia y propiedad de tradicionales sectas, clanes, mafias y bandas de delincuentes; exige en su conjunto desempolvar la maltratada Autoestima Nacional, rescatar y poner en práctica ese extraordinario principio doctrinario plasmado en el art. 1º de la Constitución de l979, que declara a la� Persona Humana como fin supremo de la sociedad y el Estado. Todos tienen la obligación de respetarla y protegerla�. .- Que son deberes primordiales del Estado, defender la soberanía nacional la plena vigencia de los derechos humanos, promover el bienestar general basado en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado del país y la racional explotación de nuestros recursos naturales, caros y sagrados objetivos Nacionales que definitivamente son intencionalmente ignorados y están fuera de la agenda gubernamental de la Apra.

Finalmente consideramos que la Universidad peruana y particularmente la docencia sacudiéndose de su modorra, temores, y comprensibles aspiraciones estrictamente economicistas debe asumir seria y responsablemente las tareas que el Estado, la sociedad y la Historia le han asignado desarrollando eficientemente investigación científica, conocimiento, pensamiento, opinión y liderazgo no solo en la eficiente formación de profesionales científicos, técnicos y humanistas que el país requiere, sino en irrestricta defensa de los fueros universitarios de la Educación Pública, la Salud, del bienestar y plena realización de los peruanos, en la soberana defensa del indetenible saqueo e indiscriminada explotación de nuestros recursos naturales por parte de delincuentes que eventualmente administran nuestro país, pues en todo caso los gobiernos pasan, la Historia, la sociedad, las instituciones y el Estado permanecen muy por encima de ellos.

(*) Ex docente Principal UNA - PUNO