El Parque Pino y sus invaluables árboles


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Escribe: Sonia Molina Cabala | Nacional - 14 Sep 2014

“San Carlos, el Glorioso”, neurona viva que late,
nervio que palpita en el pobre y el magnate
emporio sacro donde se forja la posteridad,
sangre que riega el surco fértil de la eternidad.

Aquél genio 1 que al Chimborazo humillara
y con espada glorias a un continente brindara,
con pluma sabia dio vida a esta casa del saber,
donde la amistad se hizo un rito y el estudio un deber.”

“Desde la glorieta 2 del Parque Pino se ofreció
retretas con música de moda……”

José Patrón Manrique

Antes de 1668 ya existía el templo de San Juan, después se instaló el Glorioso San Carlos por disposición del libertador Simón Bolívar en 1825, y ambas edificaciones enmarcan las fachadas Este-Oeste del Parque Pino.

Los árboles dan vida y enriquecen cualquier contexto urbano y rural y más aún el nuestro de sierra-puna, y por tanto constituyen patrimonio natural invaluable, para todos sus ciudadanos.

Los árboles en un ambiente amigable, pueden vivir fácilmente más de 200 años, mucho más que nosotros por supuesto. En Berlín (Alemania) no se puede talar un árbol ni siquiera en un jardín de una casa de familia, desde hace muchos años. En Brasil, país amazónico se mantiene y respeta los árboles añosos en sus principales plazas.

Los árboles nos protegen del intenso sol de mediodía, son agradables al olfato y a la vista. Si son altos nos inducen a levantar la cabeza y erguir el cuerpo, hasta ver la copa, lo que sucedía en la Av. Simón Bolívar.

Pero desgraciadamente vinieron una horda de depredadores del municipio de Puno y del Gobierno Regional dirigidos por Luis Butrón Castillo y Mauricio Rodríguez, y arrancaron sin compasión nuestro patrimonio natural de común acuerdo. Los puneños seguiremos andando agachados, porque no vemos árboles, rectos y orgullosos que nos sirvan de guía.

En un día un m2 de área verde, produce 4 m3 de oxígeno –por eso nos oponemos drásticamente a la inundación de más de 40,000 Hás. de millones de árboles en la selva puneña y cusqueña en la presunta Central Hidroeléctrica del Inambari (iniciativa de brasileros para proveer de energía eléctrica a chilenos y brasileros).

Autoridades de otros distritos que no tienen el rico pasado histórico de Puno, ni sus autoridades tienen las campanillas de Butrón o Rodríguez, y en sus sedes hay mucho más árboles que en Puno, los valoran y respetan, como se muestra en la foto que sigue, pues se los coloca como precioso marco natural en sus plazas principales, como en la plaza de Armas de Iñapari, paso obligado de frontera Madre de Dios- Brasil

La gente normal que ama la belleza, se saca fotos del recuerdo en plazas y lugares donde abunda el verde natural. Los árboles son ornato de las calles, alamedas, plazas, plazoletas, jardines, instituciones y viviendas.

¿A quién se le ocurre proponer un parque Pino con espacios subterráneos, que a la primera lluvia habitual se convierta en un charco sin sapos, pues sí, a un candidato de CONFIA por T.V. (Art. Juan Carlos Ortíz, Los Andes 24 de Agosto), “espacios subterráneos con centros comerciales”.

La ciudad es un libro abierto en que se refleja la historia del lugar y las nuevas metas y ambiciones de la gente, no un espacio árido y yermo, donde a medianoche sus autoridades se roban los árboles del pueblo y los mutilan a escondidas.

En el Parque Pino no se puede hacer cambios significativos porque este lugar tiene valor histórico patrimonial importantísimo. Debe mantener el agua, el sol, la luz, el viento y corrientes de aire, además de árboles frondosos –debido a la austeridad de nuestro paisaje- y todo el mobiliario urbano reglamentario para Plazas.

En el proyecto se ha considerado la ¿Glorieta?, ¿dónde está el estudio definitivo?, ¿dónde está el presupuesto del Parque Pino, para que sea revisado por los Colegios de Ingenieros y arquitectos de Puno?, ¿Cómo lo hacen sabiamente en Cusco, para evitar robos multimillonarios?, ¿Por qué no se ha sacado a concurso público esta plaza?, ¿Por qué no se ha hecho previamente la exploración arqueológica reglamentaria?

El Parque Pino debe su nombre al distinguido magistrado y presidente de la Corte Superior de Puno que defendió la Patria hasta morir, en la guerra de 1879. En dicha guerra fue ocupado el local del Glorioso San Carlos, el templo San Juan, la antigua prefectura de Puno por los criminales chilenos y Puno financió con bienes y sus ciudadanos la defensa del Sur del Perú, que incluía antes Tarapacá con Iquique, Arica y todas sus riquezas.

El muy elevado presupuesto asignado a esta obra, seguramente considera el uso de materiales finos de la zona: mármol de Pusi, con el que está pavimentada una plaza de la Casa Blanca de Washington –de calidad similar al famoso mármol de Carrara-Italia– piedras blancas y negras de la isla de Soto, intercalado con pavimento cerámico de alto tránsito y por lo menos patillas enchapadas, con granito rosado de cupisco –para contrarrestar las fuertes corrientes de aire. Ni que decir de las bancas que seguramente son de nogal y todo de primerísima calidad. Que esta obra no sea un cofre de fondos para financiar la campaña del FADEP y que se trabaje a la luz del día con la venia de los colegios profesionales de arquitectos e ingenieros y la intervención de entidades calificadas como la Facultad de Ingeniería Agrícola de la UNA-Puno, la Escuela de Bellas Artes de Puno, y las escuelas profesionales universitarias de Arquitectura de esta ciudad.

A estas alturas el gobierno municipal del FADEP, dirigido por Javier Humpiri, ha demostrado su rechazo al ornato y la belleza de nuestros principales lugares que son patrimonio cultural y natural, liquidando los árboles añosos de la Av. Simón Bolívar, y ahora del Parque Pino, en complicidad con personajes que quieren seguir destruyendo “el ornato y la presentación de la ciudad” y pretenden entornillarse en la Municipalidad de Puno, como el candidato por el FADEP Ricardo Álvarez Gonzáles, gerente General de la Municipalidad de Puno, topógrafo Jorge Maquera Gerente de Desarrollo urbano de la M.P.P.

Por estas razones a los ciudadanos bien nacidos de Puno y amigos de otros lugares que radican en Puno, no nos conviene mantener en el poder, al FADEP, (GALLO) ni a sus secuaces.


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