Los Andes

Con el dolor reflejado en todos los rostros, partió a otra dimensión más espiritual y trascendental, el arquitecto Teobaldo Yábar Valencia, natural del Cusco, pero afincado en la Ciudad del Lago por más de 35 años. Nos deja un hombre bueno, amigable, bromista y excelente profesional. Un ciudadano, además, proveniente de ilustres familias cusqueñas: su padre fue director, durante muchos años, del colegio emblemático Garcilaso de la Vega, y su madre una distinguida dama cusqueña perteneciente al centro histórico de la imperial ciudad.
Yábar Valencia fue invitado a quedarse en Puno cuando vino de arquitecto Sesigrista a esta ciudad, por el Dr. Juan Sotomayor Pérez, quien captó de inmediato su gran talento creativo y potencialidades en este espacio selecto de las edificaciones. Sus proyectos y obras se pueden contar por cientos, ya que su pasión por la Arquitectura (y su práctica) comenzó desde las aulas de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco.

Cuando retornó a Cusco a continuar con sus actividades, encontró que su tierra ya no era la misma sin su querida madre (ésta falleció cuando él hacía SESIGRA) y optó por aceptar la propuesta que le hicieron en esta ciudad. En ese tiempo, solo dos personas tenían cierta formación profesional en la Municipalidad de Puno: El. Br.CPC Anchapuri y el Br. Arq. Teobaldo Yábar. Ambos eran lumbreras en medio del conjunto, e irradiaron sus mejores conocimientos entre sus compañeros, elevando el nivel de la Municipalidad provincial, aunque sus salarios eran irrisorios.

De las innumerables cualidades que poseía, la más notable era su curiosidad, el amor a los libros, a la ciencia y a la técnica. Era, además, muy inteligente, amigable, bromista, impecable conversador, muy ocurrente y agudo. Le gustaba el trato horizontal con la gente del pueblo, por lo que se ganó el cariño de todos cuantos trataba.

Estuvo muchos años en la Municipalidad de Puno, laborando como Jefe del Departamento de Obras Públicas. Allá por los años 81-83 efectúo varios proyectos y obras para la gestión del Dr. Jaime Ardiles Franco: Las plazas “Parque de la Madre�, Parque Mariátegui�, Parque “Dante Nava�; luego, en otras gestiones, el Parque “Carácter� y el monumento al “EKEKO�. En el periodo del Dr. Víctor Torres Esteves (1997-1998) fue responsable del diseño y ejecución de todos los detalles del Parque “Ciudad de los niños�, de Chanu Chanu. Con infinita gracia y preciosismo instaló allí no solo un parque de juegos, sino una ciudad para que los niños aprendieran historia: La portada de Tiwanaku, La Boa del Kapía, los juegos para niños con motivos de costa, con una plazoleta inspirada en las tumbas de los señores de Sipán; en sierra hizo la maqueta del lago Titicaca; y en selva, juegos con instalaciones de madera y lianas. Una zona para museo de plantas exóticas, y un pequeño zoológico.

Años antes viajó a EE.UU., donde estuvo en una conocida Universidad. Después, elaboró los planos del Palacio Municipal de Puno, marcando un estilo con los arcos y portales, pues a partir de ello todos los municipios imitaron este partido constructivo.

En recuerdo a su tierra, Cusco, puso nombres similares a algunas de las calles que parten de la avenida Floral hacia el Sur, como por ejemplo la Calle Miracalzones.

Se conocía con todos, con el Rector, los vicerrectores. Siempre venía en son de paz, a pesar de sufrir crueles estocadas con frecuencia. Siguió adelante. Enseñaba con alegría y soltura. Sabía de todo, desde armar un stand para la feria universitaria hasta sacar la masilla de las ventanas de los galpones de arquitectura, así como armar pizarras corredizas para las aulas de Arquitectura. Todo con paciencia, detenimiento, cariño y con su eterna sonrisa.

Fue Jefe fundador del Instituto Nacional de Infraestructura de Salud y Educación: INFES, donde construyeron centros educativos y plataformas deportivas para las capitales de provincia en todo el departamento. Se retiró del Municipio de Puno y empezó a trabajar para otras municipalidades. Son obras maestras suyas: El parque de niños, en Ayaviri; asimismo, preparó varios proyectos para Puno: Parque Pino, Club Kuntur, cafetería Moksa, Teatro Municipal Puno, Escuela profesional de Arquitectura y Urbanismo UNA-Puno. Algunas de ellas fueron ejecutadas, otras no.

Colaboró con la revista ARQUIUNA, de la EPAU. Fue capacitador del Programa PRO JOVEN, en convenio con la Universidad Nacional del Altiplano, en Instalaciones eléctricas y sanitarias. Siempre fue amigable y estaba dispuesto a colaborar y compartir sus conocimientos científicos y técnicos. Era dueño de “inigualable creatividad, pulso y talento arquitectónico�.

Participó y ganó varios concursos arquitectónicos. Bailó hasta hace muy poco, con la comparsa de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo, Caporales y Diablada. Amaba las artes, principalmente la pintura y el dibujo a mano alzada. Como buen artista, trabajaba con instrumentos de buena calidad y materiales selectos. Tuvo su planta de carpintería metálica, donde diseñaba estructuras y muebles, tanto de madera como de metal.

Ganó el concurso de Proyectos para el Centro Recreativo Deportivo, del colegio de Contadores de Puno, en Chucuito, que hasta la fecha no cumplió con pagar el Premio respectivo.

En la ceremonia de despedida, en el cementerio de Laykacota, el contador Llerena past Sindico de Gastos y Rentas del periodo de Jaime Ardiles Franco, indicó que el “Parque La Madre� fue diseño y ejecución del arquitecto Yábar, y que se hizo sin presupuesto, pues entonces los municipios provinciales no tenían financiamiento del estado y había que arañar los exiguos recursos propios de la Municipalidad para materiales y personal. Otro orador, el Sr. Cayro Past dirigente de los trabajadores municipales, señaló que en esos años las cosas se resolvían en el día, no como ahora, que tienen que dar varias vueltas para ser resueltos Entonces, también alcaldes como el Dr. Juan Sotomayor Pérez, decían a sus funcionarios: “Nos han elegido para resolver problemas, no para crearlos�. El Secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad, Sr. Adolfo Choque Teves, inició la ronda oratoria en el atrio de la Catedral de Puno, con sentidas frases de reconocimiento y admiración por el fallecido.

Con el Dr. Sotomayor, el arquitecto Yábar diseñó el 50% del proyecto del parque San Antonio (el que da al Norte). Su último centro de trabajo fue EMSA PUNO.

Se ha ido el amigo de la niñez, como él mismo decía, generoso y amable, que todo el tiempo andaba comprando libros o sacando fotocopias de temas de arquitectura y filosofía. Aun conservo un apunte suyo a mano alzada que hizo de Machupicchu, el cual hizo para una Universidad norteamericana.

Lo despedimos al son de los sikuris de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo, y con una larga ronda de oradores en la que estuvo presente la Escuela de Arquitectura de la UNA-Puno, La Municipalidad, EMSAPUNO, sus compañeros de la UNSAAC, y del Colegio Garcilaso, los estudiantes de Arquitectura, así como sus familiares y paisanos.

Puno le debe al arquitecto Teobaldo Yábar Valencia más que a cualquier otro profesional de la Arquitectura estos últimos 35 años. Ha dado cátedra en muchos sentidos, sin tanto aspaviento y alharaca.

¡Descansa en Paz, Hermano y Maestro Arquitecto!