Lógica de desarrollo geográfico y posibilidad de crecimiento de la región Puno



Escribe: Luis F. Vilcatoma Salas | Nacional - 04 Oct 2015

Lógica de desarrollo geográfico y posibilidad de crecimiento de la región Puno
Lógica de desarrollo geográfico y posibilidad de crecimiento de la región Puno

El capital y el Estado, si bien es cierto que reúnen compatibilidades económicas estructurales fundamentales, no siempre sucede ello en el terreno de la ocupación y el uso territorial en el campo nacional, como en cada una de las regiones geográficas y políticas del Perú. Algo que es imprescindible tener en cuenta cuando de posibilidades de crecimiento subnacional se trata, particularmente en el marco jurídico y político de la descentralización, tan voceada y reclamada en las últimas décadas.

La lógica del capital responde a procesos de acumulación y circulación en el espacio y el tiempo, crecientemente rápidos y globalizados; que con la menor economía de tiempo garanticen una rentabilidad óptima. En consecuencia, se ve empujado a lo que Marx denominaba como la “aniquilación del espacio mediante el tiempo”, mediante la innovación de la tecnología del transporte y las comunicaciones, o mediante la configuración de economías de aglomeración, consistente en que diferentes y diversas unidades económicas pueden compartir infraestructura, instalaciones, mano de obra especializada, información, servicios, etc. Si ello sucede en las regiones, ya sea por el lado del transporte y las comunicaciones, o por el lado de las economías de aglomeración, es más fácil que el gran capital nacional o extranjero (aunque prioritariamente extranjero) se despliegue en el ámbito territorial regional, modificando el paisaje geográfico en un sentido favorable a su propia reproducción, que no siempre es favorable a la lógica de la reproducción social regional. En el caso de Puno, la única posibilidad de que ello suceda, a la fecha, está en la primera alternativa, la del transporte y las comunicaciones y, especialmente, del transporte, donde la fuerza inversora del Estado y la voluntad política de la clase gobernante regional se ha destacado más por razones políticas evidentes. El dinero en juego para rehabilitar y mejorar 2516 km de carreteras se eleva, así, a S/. 2065 millones; y sumando la inversión del sector Transporte y Comunicaciones para el periodo 2011 – 2016 se supera los S/. 3600 millones; a más de 76 puentes por un monto de S/. 112 millones que se están invirtiendo en diferentes puntos de la región.

De economías de aglomeración en la Región Puno es difícil hablar, salvo quizás y con muchas limitaciones de Juliaca, porque en el resto de la región, especialmente de su medio regional rural, continúa predominando una economía dispersa y lejana, con difíciles posibilidades de integración por la ubicación de la agricultura, la silvicultura y la minería formalizada, entre otras actividades.

Una buena red de infraestructura vial y de comunicaciones desde la lógica del capital reduce sus costos de inversión y facilita su competencia espacial; pero además necesita reducir costos por el lado de la fuerza laboral (reproducción social) y una débil capacidad de presión sindical (destrucción o sometimiento de los sindicatos), de manera tal que mientras bajos son estos costos, particularmente en la reproducción social de la clase laboral, es más fácil que el capital se instale en la región. No se puede olvidar que la fuente de la plusvalía (valor producido por la clase laboral no remunerado a ésta y apropiado por el capital) no está en las máquinas ni en el dinero sino en la fuerza laboral capaz de producir más valor del que posee. Además en épocas de crisis mundial del capitalismo traducida en la baja tendencial de su tasa de ganancia, como está sucediendo en estos momentos, el capital y el capitalismo apelan, para continuar reduciendo costos, a la irresponsabilidad sistemática en la explotación de los recursos naturales obviando, en complicidad con el Estado, sus responsabilidades en la contaminación y destrucción del medio ambiente cuyos pasivos, una vez que se retira de los países y las regiones, son asumidos por los Estados débiles y/o la sociedad civil, como en el caso del Perú.

El rendimiento de las inversiones en infraestructura, por otro lado, no es inmediato porque se necesita un tiempo bastante prolongado para que el capital, en el caso de ingresar en el paisaje territorial regional, madure y genere excedentes de capital, dependiendo ello de la dinámica de acumulación en la Región Puno que es muy baja, en un contexto de contradicciones del propio capital que lo obliga, muchas veces, a desplazarse rápidamente de una región a otra del país o fuera del país, como ha sucedido sin ir muy lejos con gran parte de los capitales invertidos en Arequipa (ej. Leche Gloria) que fugaron fuera de ella en busca de mejores economías de aglomeración. Lo que nos lleva a pensar, igualmente, que el capital modifica el paisaje geográfico de las regiones donde se invierte generalmente de manera irreversible, comprometiendo el paisaje social, político y cultural de las mismas (ej. las regiones del norte del país), y lo remodifica cuando se va dejando, por lo general, abandono, corrupción, desvalorización de capital fijo (infraestructura física) y economía deformada, como ha sucedido en Cerro de Pasco con el caso de la minería; porque el flujo del capital se reorienta cada cierto tiempo de un espacio a otro, aunque ese “cada cierto tiempo” puede exceder nuestro propio horizonte temporal de vida. A eso le llaman algunos intonsos economistas marginalistas como la “destrucción creativa del capital”.

Es indudable que hasta aquí estoy hablando del capital grande nacional o extranjero o ambos articulados y combinados que, desde el espectro teórico tradicional liberal y neoliberal, se ha considerado fundamentales para el desarrollo de la Región Puno, así como de otras regiones del país; bajo la comprobación fáctica de que efectivamente este capital, en el contexto del capitalismo, es el único capaz de instalar motores de crecimiento regionales de mayor potencia y envergadura pero bajo sus propias condiciones materiales y normativas.

En cuanto a la lógica de acumulación y ocupación territorial del Estado directamente desde el Ejecutivo y desde las gobernaciones regionales, las cosas no se presentan exactamente igual a como se presentan en la lógica del capital global; desde el momento en que el poder político central si bien es cierto que en lo general está a disposición de la acumulación global del capitalismo en el Perú, tiene, sin embargo, que responder a lógicas específicas y contradictorias y a espacios sociales diferenciados, bajo la filosofía común del “bien público” (fantasía ideológica para camuflar el bien privado). De este modo el Estado tiene el uso legítimo de la violencia, aparente soberanía en las leyes y la moneda; decisiones en la regulación institucional; recauda impuestos y distribuye ingresos y activos y organiza la gobernanza regional buscando satisfacer las necesidades del capital y de la población regional que no son exactamente las mismas y muchas veces son hasta contradictorias, como sucede con el caso de la inversión en la actividad minera. El desarrollo geográfico del Estado y la producción de espacio regional tiene, entonces, una lógica más propia impuesta por la realidad social e histórica de la región; con las especificidades sociales y culturales de su población y la capacidad fáctica de éstos para imprimir sus huellas en las políticas regionales de crecimiento. Algo más, entre la lógica del Estado nacional y la lógica de las gobernaciones regionales existen, también, muchos espacios de desencuentro y confrontación, porque el Estado nacional o más concretamente el Ejecutivo mira el crecimiento del país fundamentalmente a través de la lógica del gran capital, mientras que las gobernaciones regionales están obligadas a mirar el crecimiento regional con una mirada más contradictoria, compartida y amplia entre la lógica del gran capital y la lógica de los procesos moleculares de acumulación; en analizar, por ejemplo, cómo el frondoso capital fijo (puentes, carreteras, servicios básicos) que se viene construyendo en la Región Puno debe posibilitar el desarrollo molecular de la acumulación en Puno en todos sus ámbitos y especialidades naturales y, en relación con ello, del mercado interior a partir de la identificación de determinados ejes de acumulación estratégica, de las cadenas productivas, del mejoramiento de las condiciones de reproducción de la fuerza laboral (mejor salario, capacitación, condiciones de trabajo, etc.). ¿Los planes de desarrollo regionales y locales tienen esta mirada? ¿Las mesas de desarrollo regional asumen esta visión de crecimiento de la región? Mis dudas sobre el particular son bastante grandes.


ESPACIO PUBLICITARIOS

Video



Encuesta

¿Está usted de acuerdo con el proyecto de remodelación de la Plaza de Armas de Puno?



Archivo
Telf.: +51-51-350775, +51-51-327436 | Dir.: Jr. Cajamarca Nro. 274 - Puno, Jr. Salaverry 411 Of. 307 Plaza de Armas - Juliaca.
CORPORACION DECANO ALTIPLANICO S.A.C. Diario Los Andes
Diseño y Desarrollo Web: G!