La corrupción y la destrucción de la ideología neoliberal


Votación: 436 votos

Escribe: José Luis Ticona Yanqui | Nacional - 17 Jan 2016


El neoliberalismo es un concepto más ideológico que teórico, y, sobre todo, más político que económico; para la mayoría de los economistas críticos, la crisis estructural de los años 70 marcó el inicio de una nueva etapa que se vino a llamar “el neoliberalismo”, la que tiene carácter de ideología, con un proyecto más o menos definido de cómo tiene que ser la sociedad; asimismo, es la configuración resultante de aplicar un determinado tipo de políticas. Desde la teoría económica marxista, puede explicarse el neoliberalismo a partir de la óptica de clases, como el proyecto de las clases más ricas para recuperar unos espacios del poder político y económico que perdieron tras la Segunda Guerra Mundial.

Una de las características del neoliberalismo viene a ser la privatización de muchos servicios que anteriormente fueron brindados por el Estado, es decir, para esta ideología es mejor que los servicios estén en manos de los sectores privados, en el cual personas particulares inviertan y administren tales servicios, generándose la competencia y la lucha irracional por el mercado, al que asiste la población a adquirir los bienes perecibles ofrecidos; no debemos olvidar que el costo que pagamos por el mismo no lo pagamos con dinero, lo pagamos con nuestra vida, eso es cierto, porque para ganar el dinero que llevamos al mercado tuvimos que invertir nuestro tiempo, nuestra vida; la competencia y la lucha irracional antes anotada genera corrupción, no importan los medios, sino el fin: conseguir la mayor cantidad de mercados y adquirientes de sus productos.

Una segunda característica viene a ser la reducción del gasto social. Es cierto, el Estado tiene como objetivo desaparecer de cualquier forma a los que disfrutan de nuestro gasto social plasmados en programas sociales, esos no encajan en la ideología neoliberal, necesitamos de compradores de bienes que ofrecen los mercados; los que no tienen capacidad para adquirir tales bienes son personas que hacen daño al sistema, necesitamos de gente que tenga dos o tres trabajos, familias en los que trabajen papá, mamá, los hijos; requerimos de personas con capacidad de adquisición, la gente pobre no tiene lugar en esta ideología; y, para hacer desaparecer a esa gente, necesitamos de la corrupción.

Una tercera característica es la proliferación de los trabajos temporales sobre los fijos: necesitamos tener personas trabajando de sol a sol y que dicha labor no genere derecho alguno, la ideología necesita desterrar todo derecho laboral mínimo, ya sea como persona o como sindicato; los derechos laborales no tienen existencia en este sistema, solo necesitamos que la gente trabaje y trabaje, acabe su vida desarrollando una actividad laboral monótona y que sienta que tiene cierta estabilidad laboral y, sobre todo, que tenga ingresos que le permita concurrir al mercado a adquirir bienes, con el fruto de su trabajo, mentira con la que le pagaron por haber perdido en un centro laboral parte de su vida; por lo tanto, mantener trabajos temporales requiere de la corrupción, por cuanto es la única manera de preservar el sistema ideológico del neoliberalismo.

Una cuarta característica es la competición desenfrenada de las grandes empresas, que tiene que ver con la introducción de principios de mercado dentro de las entidades públicas, particularmente en la distribución de cargos y fijación de remuneraciones; es decir, las entidades del Estado muy pronto empiezan a desechar la experiencia laboral, la carrera institucional, la preparación académica y técnica, lo que priman son los cargos de confianza, las encargaturas, “el liderazgo”, el oportunismo, la sobonería y otros; todos esos cargos se ofertan al mejor postor o a los que son personajes de su entorno del jefe, director u otro a cargo de la entidad; se les entrega la administración de una entidad pública a personas recién egresadas y sin ningún tipo de experiencia o cualidad. Eso, en sencillas palabras, se llama corrupción.

Estas son algunas de las características de la ideología neoliberal que finalmente confluyen en la corrupción; en consecuencia, este mal endémico social es inherente a la ideología neoliberal, es parte o consecuencia de él; por tanto, mal forjamos algunos tratando de desterrar o luchar contra la corrupción, cuando este mal es propio de la ideología neoliberal; tratar de desterrar o luchar contra la corrupción es reafirmar tal ideología, los que añoramos desterrar este mal necesitamos generar más y más corrupción social. Al final esta parte intrínseca del neoliberalismo terminará por destruir a su madre, del cual forma parte, como una enfermedad que carcomerá y destruirá el Estado, para luego dar lugar a un nuevo Estado que debe forjarse luego de la experiencia de haber sido alguna vez parte de la ideología neoliberal. Tal vez mi pensamiento genere algún ceño fruncido en algún lector; sin embargo, planteo mi sentir dentro de la libertad de opinión constitucional que me asiste.


ESPACIO PUBLICITARIOS

Video



Encuesta

¿Está usted de acuerdo con el proyecto de remodelación de la Plaza de Armas de Puno?



Archivo
Telf.: +51-51-350775, +51-51-327436 | Dir.: Jr. Cajamarca Nro. 274 - Puno, Jr. Salaverry 411 Of. 307 Plaza de Armas - Juliaca.
CORPORACION DECANO ALTIPLANICO S.A.C. Diario Los Andes
Diseño y Desarrollo Web: G!