Los Andes

Es una aspiración nacional, lograr el desarrollo de nuestro país, al igual que los puneños, queremos la prosperidad de nuestra región, tener una mejor calidad de vida, nuestros gobernantes deben trabajar para superar los altos indices de pobreza y atraso, aumentar la productividad de nuestra economía, crear empleo y trabajo, aumentar las remuneraciones, para así aumentar el tamaño de nuestro mercado interno.

Para desarrollar nuestra economía, hay que mejorar nuestra productividad, mejorando los niveles tecnológicos y la forma como producimos, que implica mejorar la educación e investigación, en nuestro país y región.
El destino de nuestra producción, no debe ser únicamente el mercado exterior, debe ser principalmente el mercado interno, mejorando la capacidad de consumo de nuestros habitantes.
Una forma de mejorar el mercado interno, es aumentando las remuneraciones de los trabajadores nacionales, aumentando los puestos de trabajo, aumentando la inversión en el país, ya sea la inversión extranjero o nacional, pero que esta se haga en nuestro país y región.
A lo largo de nuestra historia, los modelos económicos que se han implementado, siempre se han basado en producir para vender al mercado exterior, mediante las exportaciones de nuestros productos, ya que nuestro mercado interno, es reducido y no tiene el tamaño suficiente como para sostener el crecimiento de nuestra economía.
Nuestro desarrollo, no solo debe basarse en producir para exportar, sino pensar en nuestro mercado interno, que a su vez es una forma de superar la pobreza, desnutrición, ya aumentando los niveles de consumo interno, mejoraremos la calidad de vida de nuestra población.
POL�TICA Y PROPUESTAS DE DESARROLLO.
Para salir del atraso y subdesarrollo, debemos tener planes de como lograr nuestro desarrollo económico, en base al crecimiento de nuestro mercado interno, los procesos electorales, no deben ser festivales de campaña, de propaganda donde se presentan a los candidatos, como opciones personales de simpatía, en base a los ofrecimientos de obras y gestiones, que cuando son elegidos se olvidan por completo, en la misma lógica por la que el Perú eligió a Alan García Pérez como Presidente de la República, con ofrecimientos que fueron no solo dejados de lado, sino que como gobernante, hizo lo contrario de lo que ofreció como candidato, igual sucedió con las autoridades regionales y muchas de las municipales.

Para avanzar en resolver los problemas económico sociales, que vive el Perú y la región de Puno, debemos hacer de la política no un despliegue de ofrecimientos, sino una comparación de propuestas programáticas y de gobierno, de tal manera que cuando gobiernen las autoridades elegidas, podamos contrastarlas con sus propuestas de campaña electoral.

Tenemos que recuperar la política como una actividad respetable, y que no siga siendo sinónimo de demagogia, irresponsabilidad y corrupción, tenemos que tener organizaciones políticas organizadas en torno a propuestas colectivas, para lo cual tenemos que superar varios retos, entre ellos los siguientes.

En una sociedad diversa, multinacional, con una gran riqueza cultural, pero a la vez, fragmentada, dividida, corroída por la desconfianza entre sus integrantes; debemos afirmar lo positivo y superar la fragmentación, con un proyecto social de desarrollo

La exclusión social, como a las mujeres, campesinos, nativos andinos y amazónicos, por raza, religión u opciones sexuales, entre otras, debe ser superada, como aspiración nacional, además de un acto de justicia.

El aparato estatal que tenemos, altamente ineficiente, burocrático, indolente ante los problemas sociales, que se refleja en bajos niveles de gestión y ejecución presupuestal, debe cambiar, para ser eficiente, con una burocracia comprometida con la solución de nuestros problemas y solidaria con su sociedad.

La corrupción, la falta de transparencia, la ineficacia del Poder Judicial, y la tolerancia social, debemos combatirlas, empezando por no ser complacientes frente a ellas.

El centralismo, un mal nacional que ahoga a las regiones y provincias el interior del país, como resultado de una sistemática transferencia de los excedentes económicos en favor de la Lima metropolitana. Invertir en las provincias, debe ser tan rentable como hacerlo en la capital, con similares posibilidades de desarrollo y progreso social.

La situación que atraviesa la educación en el Perú, constituye un problema a la misma altura que los anteriores, con la particularidad, que su solución puede ser la llave para empezar a resolverlos el resto de problemas nacionales. Tenemos que empezar haciendo que el estado invierta en cifras percibirte no los 175 dólares actuales, sino por lo menos un cifra cercana a los 800 dólares perca´pite de nuestro vecino Chile, con el cual le gusta hacer comparaciones el President4e Alan García.