Los Andes

Holanda, país que se caracteriza por sus “progresistas� leyes, acaba de dar un paso más en su carrera hacia la supuesta liberalización del ser humano, mediante la aceptación de formas de expresión y consumo que atentan contra su propia existencia. La liberalización del consumo de la marihuana es conocido, con el problema que representa para el mismo país el incremento de la deserción educativa y el bajo rendimiento laboral en las últimas décadas. En esta ocasión es la sentencia que permite la existencia de una agrupación dedicada a la promoción de la pedofilia lo preocupante.

El controvertido fallo, hecho por un tribunal de apelaciones del país europeo, validó la existencia de una asociación de pedófilos, que en primera instancia había sido disuelta el año pasado. Se trata de la asociación Martijn, que defiende las relaciones sexuales consentidas entre niños y adultos, que podrá seguir en funciones luego de que el tribunal de apelaciones de Arnhem, Leewarden, señalara que "el trabajo de la asociación es contrario al orden público, pero no existe una amenaza de la desintegración de la sociedad".

Fundada en 1982, la asociación señala que está a favor de la aceptación de las relaciones sexuales consentidas entre adultos y niños, aunque indica que están en contra de cualquier tipo de abuso sexual. En sus parámetros se funda en cuatro puntos: Consentimiento del niño y del adulto, Abertura hacia los padres del niño, Libertad para el niño de interrumpir la relación en cualquier momento y Relación en armonía con el desarrollo del niño. Cabe destacar que el expresidente de esta asociación, Ad Van Den Berg, fue condenado el 18 de octubre de 2011 en Haarlem a tres años de prisión, cambiada por una pena de seis meses suspendida, por posesión de fotografías, películas y revistas de pornografía infantil.

Sin ser muy incisivos, vemos que el camino de las sociedades supuestamente del Primer Mundo, se están enfocando en cada vez más dar libertades en pro de una conducta del: “yo con mi cuerpo hago lo que quiero�, sin tener en cuenta el efecto que tienen estas libertades en los demás que no participan de estas mismas ideas. El dar libertades a grupos pequeños en una sociedad de mayorías, genera diferentes cambios, algunos para mejor como es en el caso de proteger a los discapacitados, grupos de menores en riesgo, madres adolescentes, etc. Pero, en el caso de motivaciones que tiene que ver con libertades sexuales, vemos que no se piensa en los grupos expuestos, en este caso, los menores, los niños.

Pedirle a un niño de nueve años que defina que una relación coital es su deseo y aún más que consiente el realizarla, nos puede llevar en el futuro a permitirles portar armas, consumir drogas menores, escoger su tutoría legal o simplemente desestimarla, todo bajo la protección del Estado. Holanda, luego de convertirse en el paraíso de la mariguana, va en camino a convertirse en el país de la pedofilia liberada, pero ojo, que nuestro país, después de la sentencia del Tribunal Constitucional que permitiría este tipo de relaciones de adultos con menores de edad, no está lejos de volverse también un paraíso para el turismo sexual. “Progresismos� como estos, que llevan a la destrucción del ser humano, aparecen cada día en nuestra sociedad, ya no es necesario escandalizarse tanto de las “locuras� europeas, esas mismas ya las tenemos en casa, a vista y paciencia de nuestras “progresistas� autoridades.