Los Andes

Luego del proceso de vacaciones que parece haber cansado más al escolar citadino y divertido al escolar rural, comienza la apertura de las instituciones educativas y con ello los problemas de ratificación de matrículas, adquisición de útiles escolares, la sofisticación y la seguridad no impone verificar el transporte escolar, la merienda y la seguridad dentro y fuera de la institución educativa, mientras que para unos es una experiencia novedosa y diferente, para otros es otra oportunidad de competencia y deglutir capacidades que hasta la fecha les fueron esquivos.

En las zonas rurales el problema principal es la adecuación de los ambientes destinados a la actividad pedagógica, es aquí donde los padres de familia tienen que trabajar para acondicionar lo mejor posible éste espacio del saber, y comienza ésta labor porque los profesores y directores se fueron de vacaciones y recién el primer día hábil de Marzo vuelven a sus centros de trabajo y convocan a la comunidad educativa y se disponen a distribuir responsabilidades. Mientras que en las urbes ya pasaron la etapa de matrículas y entre telones por la cantidad cobrada por concepto de cuota de Apafa, quedando únicamente la vuelta de los escolares para comenzar nuevos retos y posibilidades.

Existe un promedio de diez instituciones educativas de educación básica, privados con sanciones por deficiente disposición de ambientes y otras faltas cometidas el año pasado, y como la educación se convirtió en una mercancía, la mayoría de los colegios privados no cuentan con las condiciones básicas requeridas para prestar sus servicios, y vivirán tugurizados y marginados de las actividades educativas deportivas, hecho que debiera ser verificado sin temor a represalias por los funcionarios del sector educación y las componendas queden de lado en beneficio de los escolares.

Por otro lado, la explotación hacia el maestro parece normalizarse, porque la mayoría de las instituciones privadas al conocer de la necesidad de trabajo de los profesores, los convoca para remunerarlos por algunas horas y les exigen que se identifiquen con estos centros obligándolos a laborar más de ocho horas diarias, caso contrario no serán tomados en cuenta, también en éstas entidades privadas los padres de familia pese a pagar cuotas para sufragar los gastos que ocasiona la educación de sus hijos, se ven obligados a poner cuotas extraordinarias para ambientación y limpieza, hecho que linda con el delito.