Los Andes

Hasta la fecha el común ciudadano seguro que se preguntó, para qué sirven los consejeros regionales?, Que labor efectiva cumplen?, a quién rinden cuentas de sus actos y gastos? Es positivo su labor en pro del desarrollo regional? Que capacidad legislativa o coercitiva tienen?. De seguro que la respuesta es que no existe labor positiva a favor de las poblaciones para las que fueron electas y son simples visitantes, más al contrario la posibilidad de ser consejero regional les dio empoderamiento económico y réditos crematísticos, pero de servicio a la población no se tiene resultado positivo y ahora en las próximas elecciones regionales se incrementará la cantidad de consejeros regionales, eran trece, ahora puede ser 16, este incremento obedece a la cuota extraordinaria de comunidades nativas o campesinas.

Si ahora las sesiones realizadas por los consejeros regionales son simples reuniones de inermes e insomnes y que sus decisiones no tienen efecto en el Ejecutivo, sus decisiones quedan en el limbo amparando su elección para justificar las dietas que se pagan y no sacaron un proyecto de inversión pública de desarrollo de sus provincias o distritos el mismo que fuera ejecutado en éste periodo, o simplemente sirve como tribuna leguleya de vociferación sin parte ni arte, ahora que podrán ser 16 consejeros la situación no variará y éstos personajes representativos seguirán siendo convidados de piedra y la inversión que la administración pública hace sobre estos personajes seguirá como si nada.

Si se trata de dar poder a los representantes de las provincias y a los futuros consejeros de las comunidades nativas y pueblos originarios, la ley y su reglamento electoral deberían cambiar sustancialmente, por ejemplo, que los consejeros no sean ninguneados por algún funcionario interpelado o investigado, desde ahí los consejeros regionales podrían concentran poder y sus decisiones tendrían validez.

Pero lejos de que nos guste o no ésta decisión central que trata de democratizar la representación en los consejos regionales, ahora les tocará decidir a quienes ponen como representantes comunales. Si la ley electoral no es clara y específica, al parecer tendría la siguiente composición, el 15% de comunidades nativas y campesinas (Puno, Chucuito y Azángaro) 20% de cuota juvenil y 30% de género, pero con unir cualquiera de éstas alternativas obligatorias la situación estaría salvada y los representantes siempre estarán a disposición de los dirigentes o bajo negociados. Si hacemos una encuesta, si los consejeros cumplen su función a cabalidad, seguro que la respuesta sería que no, ninguna y solamente son una carga para la lerda administración pública regional.