Friday 19.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1984 días)
Luego de siete años de gestión del ex alcalde de Puno Luis Butrón Castillo al frente de la comuna puneña, la ciudad de Puno no presenta visos de cambio, peor aún en los últimos meses. Los comerciantes ambulantes hacen lo que mejor les parece, invadiendo aceras peatonales en las calles céntricas y angostas, donde el peatón tiene que arriesgar su integridad física invadiendo la pista, sin que la actual gestión edil haga algo para imponer el respeto en favor de la ciudadanía.
Durante todo el día el pasaje peatonal se convierte en un mercado clandestino, donde mercaderes ofertan sus productos a vista y paciencia de las autoridades municipales, quienes ni se inmutan ante éste espectáculo, que además es aprovechado por avezados delincuentes de enseres menores, bajo la complacencia de los efectivos del orden que lejos de brindar seguridad y controlar la delincuencia menor, están más ocupados en contestar los celulares y tener largas charlas amenas o simplemente hacen círculo y el cotorreo continúa sin cumplir con sus obligaciones de trabajo. (La finalidad fundamental de la Policía Nacional del Perú es garantizar, mantener y restablecer el orden interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y privado. Previene, investiga y combate la delincuencia, etc.)
Pero la informalidad parece ser patrimonio de la gestión edil que fenece, porque Butrón Castillo nunca cumplió con erradicar el comercio ambulatorio y al parecer su hombre de confianza y actual candidato a la municipalidad Provincial de Puno Ricardo Alvarez, que tiene un cargo trascendental en la comuna puneña, siempre tuvo presencias ladinas en cuanto al ordenamiento del comercio ambulatorio se requirió, y más al contrario parece que incrementó la invasión de éstos congéneres en cualquier calle, parque o avenida, quienes además aperturan locales comerciales de dudosa reputación sin el control del organismo pertinente.
La otrora ciudad limpia y ordenada de la ciudad turística y lacustre de Puno es un recuerdo de las generaciones que peinan canas, ahora los ciudadanos tenemos que lidiar con todo tipo de atrocidades en el libre tránsito y peor aun cuando de comercio ambulatorio se refiere. Si ahora que el gerente y candidato a la alcaldía puneña muestra signos de debilidad en la administración de la municipalidad provincial de Puno, alentando al desgobierno y el caos, qué será cuando sea elegido alcalde, el desmadre y la juliaqueñización de la ciudad lacustre sería una constante. Es hora de que el alcalde accidental tome verdaderamente las riendas de la comuna puneña y en éstos meses de gestión sea reconocido porque implementó una acción de lucha efectiva contra los antros de perdición, el comercio ambulatorio y sobre todo segregar el transporte público según necesidades absolutas y no relativas.
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