El problema de la identidad: Somos nacionalistas o racistas



Escribe: Rolando Waldo Gomez Poma | Opinión - 27 Jul 2014

Parece que en el mes patrio en los diferentes pueblos se siente un aire distinto, el entusiasmo de otrora para celebrar la independencia nacional se fue divagando por los senderos sinuosos del olvido, los arlequines agoreros de la putrefacta política nacional ensayan discursos virulentos y nocivos, mientras que el entusiasmo de crecimiento económico es potestad únicamente de un grupo caviar de la política nacional y sus cómplices o los que detentan el poder absoluto, un puñado de propietarios de los recursos nacionales, esos sujetos que desde la independencia lograron amasar fortuna mediante el timo y la avaricia, siendo hoy los que más crecimiento económico ostentan, y son ellos precisamente los que en éstas fiestas patrias esperan amasar más fortuna.

Atrás quedaron las pujantes culturas precolombinas, donde la lucha por el poder era lo de menos, pero no más importantes que la mutua colaboración entre los individuos de una sociedad, donde el derecho consuetudinario regía normas sencillas de convivencia pacífica y la distribución de la tierra parecía una bendición, porque a cada quien se le otorgaba su medida exacta para subsistir, la avaricia y la codicia seguro que era palabra ignota y los pobladores de esas ancestrales culturas subsistían conforme a sus quehaceres cotidianos, parece que fuera un mito las formas societarias de colaboración, que con el transcurrir de los años en pleno siglo XXI continúan arraigando esas costumbres en las punas, ayllus donde aún la modernidad es escasa.

Luego de la independencia nacional, los mestizos y la clase pudiente o burocratizada, lograron orientar la creación de una nación peruana con las características que ese grupo de poder quiso, esa casta de caudillos se entronizaron bajo diferentes colores y olores, ajustando las normas a su medida y conveniencia, recordemos que la gran mayoría de connacionales eran sujetos ignorantes y analfabetos, porque la lectura y escritura fue proscrito, aunque algunas congregaciones religiosas se esmeraron en catequizar a sus feligreses de una manera eficiente, pero esos catequizados solamente pudieron servir a la comunidad mediante el arte y la escultura, porque en la literatura existen escasos representantes, porque precisamente estaba proscrito la lecto escritura del “indio”.

El mestizaje desde siempre fue un escalón superior en la esfera social, ellos pensaron en sus intereses, plantearon solución a sus problemas cercanos, claro está que existen lunares de mestizos que lucharon por los excluidos de la sociedad, esos analfabetos andinos, esos parias del destino que gracias a la colonización española y la postración a la que fueron sometidos, dudaba en alzar su voz de protesta, claro que existen lunares de nativos andinos que lucharon por la cultura y la educación, entre ellos, tenemos al líder indigenista Manuel Z Camacho, quien en una gesta heroica educativa, trató de inculcar saber , ciencia y cultura a los congéneres de su comunidad, pero los mistis de las haciendas de Chucuito lo molieron a palos y golpes, porque un indio instruido para el terrateniente era peligroso a su estatus social.

En el mes patrio, luego de recorrer varios poblados a nivel nacional, podemos deducir que el problema de la identidad está latente y cada vez en decadencia, el país planteado a justa medida de los mestizos esta galopante y brioso, es más estos personajes ya no piensan como peruanos, ellos capitalizan las elecciones en todas la esferas del poder, (Ejecutivo, Legislativo y Poder Judicial), porque no es raro ver políticos adictos a los intereses de las grandes empresas nacionales que inclusive tienen ingentes cantidades de deuda con el país, y que inclusive lograron acaparar o concentrar la mayor cantidad de medio de comunicación escrita para enlodar la comunicación con propuestas que lindan contra la ética y la moral, esos mestizos son y serán parte del retraso de la identidad nacional, una piedra o roca en el camino muy difícil de quitar, porque lamentablemente en este siglo el poder económico impera frente a las expectativas de desarrollo de las sociedades.

Entonces podemos colegir que no tenemos identidad, raíz o si tenemos esos elementos vitales para el devenir de las sociedades, están ocultos en alguna litera o confín de los apus tutelares, porque el sincretismo religioso es real, por un lado acudimos a la iglesia de los católicos con crucifijo y rosario en mano, mientras que hacemos lo propio en los ritos a los apus tutelares con coca y alcohol en mano, pero esta costumbre lo hacemos cuando reina la oscuridad, porque esa naturaleza de convivir con sus costumbres ancestrales fue traspasando la cultura del siglo XX hasta nuestros días, pero que como diversión o día de campo, hoy los centros educativos lo recrean y los únicos beneficiados al parecer son los docentes, porque para ellos es un día más de no ir a trabajar.

Entonces, las sociedades contemporáneas del Perú, tienen un sesgo de identidad, que obnubila la real dimensión de la historia que representamos, claro que nadie puede atribuirse el ser originario al cien por ciento, porque los hablantes de las lenguas vernáculas se reducen alarmantemente, este matiz elemental de la cultura es contrario a la preservación de la identidad, es plausible el colegio integrado con las lenguas originarias (bilingüe intercultural). Entonces es menester diseñar desde el ejecutivo una política de indigenismo en su máxima expresión, cuyo fin es mantener las formas societarias de las culturas precolombinas, donde el ser humano vivía en armonía con el medio ambiente y hoy somos entes de destrucción.

Pero en esta vorágine de vicisitudes, en estas fiestas patrias sale a la luz el nacionalismo, otrora las fiestas patrias era un mes de alegría y de reconocimiento a nuestros héroes, pero con el paso de los años ésta idea de recordación del discurso emitido por José de San Martín “… desde este momento el Perú es libre e,…” parece un discurso más de los tantos que tenemos, la idea de nacionalismo y el fin que engloba esta palabra prácticamente fue deshonrado por la acción de los remedos de políticos, éstos sujetos que a cualquier precio buscaron el poder por el poder, no importando las ofertas electorales que solamente son palabras para engañarlas a los electores, se sensibilizan con las necesidades y cuando están en el poder son secuestrados por los grupos de poder, esos mestizos que en el afloramiento de la patria independiente se apoderaron de los medios de riqueza y cuanto presidente asuma al mando de la nación inmediatamente los secuestran o enredan para que simplemente sean títeres de sus intereses y necesidades.

Vivimos la era del neo capitalismo, donde las fronteras de los países quedaron en los mapas geográficos como un recuerdo de lo que fuimos, porque vivimos la era de la globalización, esa era donde la cibernética genera nuevas expectativas de vida, donde los medios de comunicación cruzan latitudes inimaginables, donde el dinero no viaja en los bolsillos de los que precisan de éste elemento fiduciario sino simplemente se requiere cargar una tarjeta, estamos en un mundo lleno de silogismos y mediatizaciones, entonces, la nacionalidad podría ser el planeta entero, pero para llegar a ser ciudadano global (con documento nacional de identidad incluido) solamente hace falta tener el dinero a raudales.

Estamos originalmente identificados con una nación Estado, esa parte del territorio donde la ley impera (la triada es fáctica Pueblo-Territorio y Poder) esa organización social donde los orígenes ahora se ven dispersos y disímiles, donde cada quien tiene de inga y de mandinga, pero que en la calle o en los eventos sociales o simplemente en la escuela el choleo es casi natural, desconociendo que primero está el respeto a la cultura andina y no a los criollismos, es hora de mimetizar nuestra identidad con criterio constructivo, caso contrario seremos absorbidos ineludiblemente por esta aldea global, que impera bajo el manto del Fondo Monetario Internacional. Donde los capitalistas siempre estarán presentes con la palabra mágica de la explotación y todo personaje que agreda sus intereses será tildado de anti o terrorista.


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