Los Andes

En el afán de conseguir el mandato regional y estimular el voto a su favor, el candidato de la “identidad� aymara Walter Aduviri Calizaya está en pleno ajetreo político, visitando a cuanto dirigente pueda y haciendo conocer que su plan de Gobierno no es como se le pinta, sino que es parte de la realidad y que definitivamente será la partida del cambio en la inversión social, no importando declarar en calles y plazas que las obras que deje el actual mandatario regional serán concluidas en el tiempo planificado por su gestión, negando en todos los idiomas que es un personaje del antisistema y que definitivamente respetará la ley y los procedimientos administrativos para cualquier decisión ejecutiva regional.

Mientras que el otro contendor, Juan Luque Mamani, está rezando, pidiendo a todos los apus y a las vírgenes para que de una vez por todas el Jurado Nacional de Elecciones emita el veredicto final, y sea declarado presidente regional, ya camina con aires de un magnate, aunque se confiesa un político y orador obsesivo, no quiere saber nada con la prensa y según sus cálculos es ganador en primera vuelta, a los enganches y pactos políticos no les da cabida.

Según fuentes cercanas a éste candidato se sabe que ya tiene un equipo de transferencia compuesto por personas de íntima confianza (parece que todos los aludidos son cercanos a la Universidad Privada fundada por los Hermanos Cáceres Velásquez) y son ellos quienes ya delinearon sus áreas de trabajo, por eso es que éste “orador� conspicuo (y que no quiere presencia de la prensa y de los propios dirigentes) está ultimando al parecer su plan de trabajo y las primeras instituciones a las que se hará presente para verificar al milímetro los actos propios de la transferencia.

Pero como en la política todo puede suceder, están organizándose algunas “bases� en torno a intereses propios, por ejemplo los movilizados pobladores de Coata y aledaños, enfatizan que quieren un compromiso de solución del futuro presidente regional ante su agobiante problema (contaminación Ambiental), de otro lado el sector grueso de los mineros informales e ilegales están apostando por una coalición mayor, donde la cuota de poder lo sustenten ellos, precisamente movidos por el monto de dinero que ellos pueden aportar a la segunda vuelta electoral, mientras el candidato aymara trata de parecer estadista y negociador, el otro aparece bondadoso y con regalos, apelando a la lástima (como el spot publicitado lanzado con una música de fondo triste y un discurso para la lagrima). En fin cada uno de éstos personajes tienen las puertas abiertas para el diálogo y el discurso, ellos serán los contendientes y la presentación de sus equipos técnicos será determinante para un sector, pero para los confabulados no importa el discurso, si los regalos y ese aspecto es nocivo para la política y el buen gobierno.