Los Andes

Justamente a menos de cuatro meses de que la presente gestión municipal de Puno, entregue el cargo de alcalde a su sucesor de manera subrepticia aparecieron antenas de telecomunicación instaladas en horas de la noche, ante la sorpresa de los vecinos, quienes piden en todos los idiomas que éstas antenas sean retiradas y la tranquilidad vuelva a la vecindad, pero los instaladores argumentan que tienen autorización por parte de la Municipalidad Provincial de Puno y que todos los actos de instalación tienen los documentos en regla.

Entre uno de los argumentos esgrimidos por los vecinos organizados para el retiro de las referidas antenas, es que ellas por el efecto radial que emana micro ondas tendría efectos negativos para la salud humana, siendo los más perjudicados los menores de edad, por ésta razón plantean que todas las antenas de similar accionar, sean instaladas en lugares apartados de la ciudad y de ésta manera salvaguardar la salud de los ciudadanos, por lo que los movilizados solicitan la inmediata intervención del sector salud, el Ministerio de Cultura Consejo regional Puno y Osiptel, a fin de que se cumpla con el cometido de retirar las antenas, antes que la sangre llegue al río.

Al respecto, no existen estudios fehacientes que manifiesten de manera real si las microondas que producen éstas antenas para viabilizar las telecomunicaciones tienen efectos nocivos para la salud de las personas, pero se supone que estas emanaciones de electricidad celular, si tendrían efectos nocivos contra algunas células del cuerpo humano en especial, el mismo que podría devenir en una afección cancerígena por la irradiación de los campos electromagnéticos de las tecnologías modernas (se dice que el primer elemento nocivo sería el uso indiscriminado de los celulares) por ello se recomienda tener un mínimo de contacto con éstos aparatos porque siempre están emanando radiaciones insensibles y diminutas.

A nivel mundial existen científicos que tratan de dilucidar la creciente cantidad de personas con cáncer, por ello formaron el grupo de trabajo BIOINITIATIVE (http://www.avaate.org/spip.php?article2343) donde hacen una problematización y llegan a la conclusión de que “Los Bioefectos están claramente establecidos y se producen a niveles muy bajos de exposición a los campos electromagnéticos y las radiaciones de radiofrecuencia. Los bioefectos pueden ocurrir en los primeros minutos de uso para los niveles típicos de los teléfonos móviles y sin cable. Los bioefectos también puede ocurrir tras unos minutos de exposición a las antenas de telefonía móvil, Wi-Fi, y los medidores “inteligentes� que producen la exposición de todo el cuerpo. La exposición crónica a los niveles de las estaciones base de telefonía pueden provocar enfermedad.�

Pero los quejosos por la instalación de las antenas en algunos sectores de la ciudad de Puno, denuncian también que fueron amedrentados e incluso amenazados de muerte por algunos sujetos no identificados si continúan con las protestas, porque existen intereses claramente definidos de querer seguir instalando éstas antenas, ante la cómplice actitud de la comuna puneña que sospechosamente aprobó la instalación de las referidas antenas, porque al parecer no cuenta con los estudios requeridos para la obtención de la aprobación. Peor aún cuando éstas antenas cuestionadas fueron instaladas sin criterio técnico ecológico ni paisajístico.

Desde ya, las autoridades competentes tienen que tomar la situación como prioritaria, en primer lugar, la Municipalidad Provincial de Puno como ente rector del crecimiento urbanístico debe revisar a fondo las solicitudes de autorización para la instalación de éstas antenas de emisión de microondas, en segundo lugar el organismo supervisor de las telecomunicaciones está obligado a seguir los procedimientos de investigación y posible sanción a los infractores de las normas de su competencia, de igual manera urge la presencia activa y coercitiva del Ministerio Público, porque estarían en juego varios intereses y una población perjudicada.