Los Andes

Existe preocupación en el sector rural porque el clima varió de una forma alarmante, las temperaturas del medio día son insoportables y quema el medio ambiente marchitando los cultivos de pan llevar de las primeras siembras, peor si la temporada de precipitaciones pluviales es bastante irregular, y como si fuera una maldición en la región Puno anoche las recipientes de agua domiciliarios amanecieron congelados, lo que preocupa a los hermanos que viven de la agricultura y la ganadería, quienes de inmediato deberían recibir un apoyo técnico especializado para mitigar las pérdidas de los cultivos de pan llevar y que la ganadería regional no merme su producción.

Según reportes del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, estas variaciones en el clima continuarán afectando al ande peruano, pero el problema está que el sector agrario mediante sus técnicos especialistas en cultivos ya debieron salir a realizar un análisis de las características específicas de éstas afectaciones a los cultivos, teniendo en cuenta que en algunos sectores del altiplano, sobre todo en las sementeras próximas al lago Titicaca las germinaciones de los cultivos ya eran considerablemente desarrollados, pero con la reciente helada y luz solar ardiente, éstas plántulas se marchitaron, el mismo que es una pérdida irreparable para éste sector, que es su único sustento de vida.

Lo propio ocurre con el sector pecuario, donde la gran mayoría de hectáreas de tierra de secano ya no tienen manantes de agua y en varios sectores los propios productores de ganado nativo (alpaca y llama) dijeron que la muerte de las crías se está produciendo con más frecuencia, el mismo que es una merma a las expectativas de ganancia para los alpaqueros, los que denuncian abiertamente que la Dirección Regional Agraria hace tiempo se desentendió del problema y solamente sirve como una oficina de mero trámite, sin que los especialistas del rubro puedan salir a campo y evaluar la solución, para evaluar la posibilidad de que éstas pérdidas se cuantifiquen en dinero y que el seguro agrario los pueda resarcir conforme existen las pérdidas.