Los Andes

En todos los Gobiernos Regionales, la gobernabilidad es analizada en función de sus atribuciones. Una de ellas es la legitimidad, que es la virtud de un líder y su programa de desarrollo político de ser aceptado en función de su capacidad de ejercicio del poder y gobernanza para todos. Sin embargo, esta cualidad es la que rápidamente un gobernante pierde debido a sus malas decisiones. La designación de funcionarios de confianza en distintos sectores por parte del actual Presidente Regional, no ha hecho sino perder la credibilidad y ser aceptado de buen agrado por la sociedad regional puneña.

Otro criterio de análisis es la eficacia, es decir, la capacidad del gobierno o del sistema político regional de llevar a la práctica exitosamente las medidas que deben implementarse. Sabemos que hay nueve proyectos de inversión pública paralizados en la Región Puno. Es decir, vamos perdiendo de a poco la eficacia en el gobierno. Hay otra condición como la eficiencia que el Estado requiere la de una adecuada elección de los medios orientados al fin político, satisfaciendo las demandas. Aquí no hay ningún gesto político hasta el momento.

Si analizamos la estabilidad que tiene por función mirar la capacidad de un sistema político regional de adaptarse flexiblemente respecto a los cambios y las exigencias de la sociedad, procesar sus conflictos y durar en el tiempo. Creo que en este nivel se requiere mostrar reflejos frente a los probables conflictos sociales que pueden desencadenar la falta de atención a sectores como la salud, educación, minería, y otros. Hay una agenda urgente que el Gobierno Regional debe resolver y no lo está haciendo.

Algo más, la transparencia que significa la capacidad de socializar los procedimientos y decisiones para facilitar la vigilancia social y el control ciudadanos, se encuentra en cuestión porque los ofrecimientos de la campaña electoral como la ejecución inmediata de obras de envergadura, la selección meritocrática de personal en los distintos sectores, la lucha contra la corrupción no tienen efecto, al contrario se han evidenciado muchos cuestionamientos en estos primeros días y por parte de la prensa puneña. Y por último, hay que analizar la implicación ciudadana en el Gobierno Regional que busca relacionar los grados de compromiso entre gobernantes y gobernados y entre estos últimos con relación a los asuntos públicos. Al respecto, los compromisos que existen sólo son con los miembros del movimiento político PICO y con una exclusión al resto de la población.

Todos estos detalles nos permite formularnos una interrogante necesaria: ¿Cuál es la eficiencia del Estado Regional en Puno? El desempeño inicial del actual gobernante regional inicia con una performance pobre. En un sondeo de opinión de un medio de comunicación a la pregunta ¿Tiene esperanza en la gestión y profesionales de Juan Luque? Un 51% señala no tener ninguna esperanza, un 25% señala tener esperanza y un 24% expresa tener algo de esperanza. (Pachamama Radio). Todo esto nos permite señalar que estamos viviendo momentos de una democracia frágil e improvisada. Hay por lo tanto, hay un conjunto de acciones que el Gobierno de Juan Luque debe reconocer con humildad y corregir.

La calidad de la democracia en la región Puno, requiere por lo tanto, construir y fortalecer a la Región Puno con destino común, un régimen político y un Estado de Derecho debidamente descentralizado y moderno. Esto significa que es urgente contribuir a la gobernabilidad sobre la base de las relaciones de credibilidad y de la adecuada complementariedad entre Estado Regional, la Sociedad Civil y el mercado. No sólo ello, requerimos garantizar la existencia de espacios públicos e instituciones capaces de procesar concertadamente los intereses de los diversos grupos sociales, sin exclusión. Es urgente revisar la agenda prioritaria que exige toda la región Puno, como generar el crecimiento económico que promueva la diversidad favoreciendo opciones ciudadanas y que impacte en beneficio de la calidad de vida, erradicando la pobreza y superando la desigualdad. Necesitamos un Gobierno Regional comprometido con la democracia, la gobernabilidad y el desarrollo de la Región Puno.