Los Andes

Se ha generado en estos días una discusión bilateral a partir de la muerte de periodistas gráficos de un semanario satírico francés de corte izquierdista, llamado “Charlie Hebdo�. De manera obvia los medios periodísticos se han parcializado con dicha revista. Políticos de derecha o izquierda han condenado el ataque con pérdidas humanas de este medio. Pero cabe una reflexión sobre el hecho.

Es cierto que hay Libertad de prensa, sobre todo en la emblemática Francia, cuna de las libertades. Pero también hay Libertad de culto, algunos dicen libertad religiosa o de conciencia. El caso de este semanario, con sus publicaciones ofende esta última libertad. Si uno mira las publicaciones que ha venido haciendo este semanario, pueden y deben considerarse ofensivas a la libertad de culto. Para quienes tienen una conciencia religiosa - como yo – las imágenes de los iconos de nuestra religiosidad resultan hirientes y ofensivas. Graficar a Mahoma, profeta del Islam en poses por demás irrespetuosas, y lo digo como católico por el respeto que se merece cualquier religión, es ofensiva. He visto gráficos donde aparece el profeta mostrando las nalgas u otras en una actitud homosexual, sin ofender a quienes lo sean. Pero yo como católico, por ejemplo, me sentiría ofendido que grafique a Jesús de esa manera, heriría mis sentimientos religiosos, mi libertad de culto.

Con esto no justifico el ataque de miembros extremistas del Islam – aunque la forma del ataque no indique que sean islamistas – a dicho semanario. Pero ¿No hay en toda religión extremistas por su fe?. Los católicos hemos tenido extremismos bárbaros en nombre de la fe y de Cristo. Hemos superado estos conceptos extremos, pero está en nuestro historial, atrocidades en nombre de la fe. Lo ha graficado muy bien por ejemplo Humberto Eco en su obra “El nombre de la rosa�, al presentar un retrato de esa época oscurantista de nuestra fe. Ahora, que en el Islam haya en nombre del Corán un irreflexivo trato a quienes ofendan a su profeta, es entendible desde su fe. No compartimos ese extremismo, pero es su realidad.

Se habla de tolerancia y respeto. El asunto va de ida y vuelta. Desde quienes consideran respetable su postura de libertad de prensa y desde quienes consideran se respete su libertad de fe o conciencia. Todo extremismo es malo. “Hebdo� fue extremista en su postura y por eso también debemos condenarla. Apoyar extremismos es condenable. El que haya ido de parte de Israel, su premier Netanyahu, Merkel de Alemania o Cameron de Inglaterra es entendible, ellos son extremistas por ejemplo al atacar a Palestina. Nadie marcha por abusos contra los débiles.

Cosas de interés políticos y económicos. Condenables sin duda.