Los Andes

La fiesta de virgen de la Candelaria es un atractivo único para Puno y hoy, también, para la humanidad. Muchos de nuestros paisanos volverán desde distintas partes del Perú, América y del Mundo, a alimentarse del oxígeno cultural de su tierra natal, con una expectativa muy grande. Visitarán a sus familiares, recorrerán los lugares usuales donde solían movilizarse, mostrarán con orgullo su tierra a propios y extraños (a sus amigos lejanos los traerán, sin duda), a los nuevos miembros de su familia, entre otros, con quienes compartirán esta maravillosa festividad, que tiene más realce, como todos sabemos, por la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que le otorgó la UNESCO, el año pasado; ellos, pues, se concentrarán en los atractivos que ofrece nuestra ciudad, nuestra tierra, y en las comparsas probablemente participen directamente bailando. En resumen, es momento de mostrar de la mejor manera nuestra tierra, por lo que es fundamental considerar el cómo estará el medio ambiente donde se desarrollará nuestra festividad.

Los mercados, el nivel de mantenimiento de la limpieza, el manejo de la basura, el cronograma de limpieza, el manejo masivo de alimentos (porque la cantidad de ventas se incrementará), es en lo que debemos incidir. Es por ello que nuestro mercado Unión y Dignidad amerita la revisión del pool de evaluadores que visitan los hoteles de la ciudad, quienes deben ampliar sus recorridos a los mercados, al embarcadero de Puno, al botadero de Puno, a las riberas del lago, a las calles de Puno (donde pululan perros sin dueño). Es cierto que cada ser humano necesita de espacios para desenvolverse, pero también es vital proveer de servicios higiénicos a todos, especialmente a los visitantes que vendrán por la virgen de la Candelaria. Todos somos anfitriones; entonces, debemos facilitar botes para los residuos orgánicos, basura nueva, etc., así como debemos procurarles cabinas de atención a la salud, con centros de atención inmediata. Los bomberos deben garantizarnos la tranquilidad del caso; la policía, el orden y la seguridad; debe haber, asimismo, la ayuda oportuna de las brigadas de la ciudad en coordinación estrecha con las fuerzas públicas, sean todas las áreas plenamente coordinadas, buscando conservar el medio ambiente, prioritariamente, porque estamos a orillas del Milenario Lago Titicaca, que es la fuente de agua para nuestra ciudad y porque nos merecemos un ambiente saludable.

Las unidades móviles deben procurar, del mismo modo, el desplazamiento adecuado para los turistas, crear un circuito apropiado y estratégico, etc.. Debe haber taxis, mototaxis, triciclos, movilidades de servicios, entre otros, que sirvan para estimular al turista, pues -como dijimos antes- todos somos anfitriones. Y debemos evitar usar el claxon innecesariamente, pues es señal de mala educación y un atentado contra nuestros oídos; debemos respetar la organización que se disponga en la festividad, respetando prioritariamente a los peatones, usando calles alternas para el mejor tránsito, evitando el embotellamiento, cuidando el medio ambiente.

A la población en general, consideremos que apoyar a la salud, es cuidar el medio ambiente; evitemos, pues, tirar la basura en la calle y coordinemos adecuadamente el manejo de los residuos orgánicos de la casa; separemos la basura como es debido y evitemos los malos olores que produce la misma.

Sé que el tiempo es corto, pero no podemos olvidar cuidar el medio ambiente. Que los medios de comunicación sean un bastión para incentivar el cuidado del aire, el agua, la tierra, los sonidos y la salud. Sin ella no hay fiesta, señores. Nuestra festividad es en honor a nuestra protectora, la Virgen de la Candelaria, que representa a la madre Naturaleza, la Pachamama de nuestras raíces.