Los Andes

Luego de ganarle por pulseo al Gobierno de Ollanta Humala el derogamiento de la Ley de Régimen Laboral Juvenil, los llamados “pulpines� o jóvenes que salieron a protestar en contra de la medida, emprenden una nueva cruzada, primero virtual y luego en las calles, en contra de la Televisión llamada “Basura� y los Diarios “Chicha�.

El término “Pulpín� se debe a un jugo de 50 céntimos que viene en forma triangular y de venta masiva entre los jóvenes. Este mote se usó constantemente durante la organización de las cinco marchas que emprendieron los jóvenes en las principales ciudades del país hasta lograr que los mismos congresistas que aprobaron la referida ley, desistieron. Los motivos finales para la derogación pueden tener muchos matices y razones, pero, para el grueso de esos jóvenes, fue una victoria suya, la cual ahora quieren capitalizar en otros frentes.

Muchos cuestionan que usen la capacidad de convocatoria lograda para enfrentar ahora a los medios de comunicación televisivos que ofertan programas de realitys de seudo competencias como son “Esto es guerra� y “Combate�, entre otros. Muchos cuestionan también los intereses de los líderes juveniles que ya están apareciendo en medios de comunicación (obvio que ninguno en América o ATV) a defender la marcha que convocan para el 27 de febrero a las 18:00 horas en canal a definir. Mucho se puede cuestionar, en especial teniendo tantas otras necesidades primarias como son la educación, la salud, o la misma oferta laboral. Entonces ¿Es válida su protesta?.

El evento inicial que hasta el momento tiene decenas de repeticiones con sus propios invitados en Facebook, ha logrado la atención y hasta ha provocado diversas opiniones de tiros y troyanos, enfrentando temas legales con respecto a la libertad de expresión hasta consideraciones sobre la protección a los menores en los horarios en que se transmiten los mencionados programas. La posición inicial de los creadores del evento se basa en Noam Chomsky, filósofo norteamericano quién afirmaba que: “En un estado totalitario no importa lo que la gente piensa, puesto que el gobierno puede controlarla por la fuerza empleando porras. Pero cuando no se puede controlar a la gente por la fuerza, uno tiene que controlar lo que la gente piensa, y el medio típico para hacerlo es mediante la propaganda (manufactura del consenso, creación de ilusiones necesarias), marginalizando al público en general o reduciéndolo a alguna forma de apatía�.

Claro, en ningún momento habla de la programación actual, pero basta ver estos programas para darse cuenta que lo que proponen es una sociedad liberalizada de valores que impidan el consumismo, el relajamiento de las barreras sexuales y hasta la promoción de antivalores como el machismo o el feminismo extremo. Generalmente se nota en los seguidores de estos programas algunos antivalores que se reflejan en las redes sociales como el apoyo a algún concursante cuando propugna que es libre de enamorarse de cualquiera y en el tiempo que estipule conveniente aun teniendo una relación de por medio o el hecho que las personas con hijos, como muchos de los concursantes, no deben dejar de tener costumbres liberales por ese simple hecho o hasta llegar a usar a los menores y sus complicaciones con sus parejas para inundar el programa con horas de horas de tratamiento a su caso, no explicando a los televidentes que todo es parte de un show teatral, es decir armado.

Esa falta de veracidad con el gran público vende la figura de una doble realidad, como se demostró en esta semana en la cual en vez de hacer un seguimiento completo de la Red “Orellana�, o de los casos ligados a corrupción de altos funcionarios, o las muertes que se están produciendo a consecuencia de la falta de previsión contra las lluvias en zonas de selva y sierra, el interés estuvo marcado por la pelea entre la conductora Magaly Medina y la modelo de Playboy Tilsa Lozano (Sí, la que confesó públicamente que mantuvo una relación extramatrimonial con el jugador de fútbol Juan Manuel Vargas). Claro, posiblemente usted que está leyendo este artículo no tiene la mínima idea de este tema, pero el 80% de televidentes peruanos sí, claro si aceptamos el sistema de medición de rating, el cual arrojó que una mayoría de peruanos estuvieron pegados a sus televisores no solo en el programa de la conductora los sábados, sino en los microprogramas de espectáculos de todos los noticieros, los programas especializados del tema y reforzado con la compra de los diarios en los cuales se resaltó el tema hasta en portada.

Entonces la protesta tiene esta configuración y ya se adelanta una contra la “TV Basura y los Medios Chicha�, para el 19 de febrero, con el fin de ir calentando el tema. En redes sociales ya se convirtió en tendencia y las exposiciones de uno y otro lado están fundamentándose y cada cual tendrá la potestad de decidir apoyar a o no esta manifestación.

Quiero referirme finalmente al art. 40 de la Ley de Radio y Televisión referida al horario familiar: “La programación que se transmita en el horario familiar debe evitar los contenidos violentos, obscenos o de otra índole, que puedan afectar los valores inherentes a la familia, los niños y adolescentes. Este horario es el comprendido entre las 06:00 y 22:00 horas�. Evalúe querido lector si en conciencia se cumple esto en la programación a la cual están expuestos sus hijos, pero por favor no diga que es cuestión solo de cambiar de canal, porque eso hará usted, pero los padres de otros niños no lo hacen y esos niños conviven con los suyos, así que el problema en realidad es de todos, lo quiera o no. Al final por eso marcharán los "pulpines", porque mientras algunos optan por cambiar de canal o tener cable, otros no les queda de otra que presenciar la llamada "TV Basura" con justa denominación.