Los Andes

En un mundo donde las actividades deportivas están quedando en el anaquel de los recuerdos, y los sistemas informáticos, redes sociales y juegos en red se apoderan de los esquemas de diversión juvenil; la obesidad producto de la inmovilidad y consumo inadecuado de alimentos sigue escalando a niveles incontrolables.

Si las autoridades encargadas de promover las prácticas deportivas no elaboran un plan de reinsertar en los ciudadanos aptos físicamente a las actividades deportivas, con la consecuente disminución de las enfermedades por falta de movilidad, la situación se convertirá en un gran problema social.

Hasta hace poco el Gobierno Central como una forma de volcar a los discentes a las diferentes actividades deportivas implementó más horas de Educación Física, propuso una política de actividad deportiva competencial y distractiva que solo se ejecuta dentro de las instalaciones educativas, al menos en esta esfera se implementó sesiones de aprendizajes en los principales deportes, siendo el corolario la competencia interescolar, pero éste esfuerzo no es mucho aunque alivia a la movilidad de los escolares.

En sistema político nacional tiene como un órgano desconcentrado a los IPD, que son entidades regentados por el Ministerio de Educación, pero que su principal objetivo es promover las diferentes actividades deportivas a nivel nacional, de manera concertada juegan un papel primordial con las diferentes ligas deportivas, para que las ligas tengan mayor apoyo tienen que tener una personería jurídica y un reconocimiento en el RENARE, caso contrario su implementación es estéril pese a tener todas las ganas de apoyar. En este entendido, en las últimas semanas se remitió a la sede central del Instituto Peruano del Deporte una terna para que de ella salga el sucesor de la señora Gumercinda Poma, el mismo que ya tiene un resultado final.

Al parecer, la población deportiva puneña estuvo entusiasmada con la postulación del reconocido deportista carolino René Checalla Tiznado, pero por cuestiones políticas de nivel central que obviando el direccionamiento político promocional del deporte (dentro de los perfiles profesionales para la elección de los directores de IPDs se menciona que sean profesionales en administración o similar) nombra como tal al profesor José Diaz Lanza, que al parecer es una joya por una función pública magisterial indecorosa.

Al parecer el presidente regional no tiene peso político para promover a sus funcionarios o no apoyó al candidato Checalla y el centralismo capitalino nominó al referido profesor que labora en el colegio El Carmen de Ilave. Esperamos que el deporte no sea un botín, menos aún ahora cuando la obesidad y la informática se apoderaron de los jóvenes.