Los Andes

Cuando las personas quieren dialogar, dialogan; tendrán sus puntos de vista sobre el tema que discutan y habrá finalmente una alternativa, los seres humanos en todo momento intercambiamos opiniones y siempre tenemos que aceptar una de las posiciones, pero en el caso del teléfono malogrado no hay una comunicación fluida y siempre uno de los actores saldrá airoso con sus metas, en esta inflexión de diálogo deteriorado están los productores de hortalizas del Valle del Tambo, Cocachacra – Arequipa, con el Ejecutivo nacional, pese a que se cuentan más de dos decenas de heridos (muchos de ellos por proyectil de arma de fuego) y tres muertos. Pero lo más indignante es la vociferación del Ejecutivo nacional al seguir tildando a los movilizados como delincuentes y no reconocerlos como población alzada contra una actividad extractiva, que podría acarrear el deterioro del medio ambiente con el que se perdería la actividad agraria y esta zona pasaría a ser territorio eriazo.

Con esta movilización quedó demostrada que el Ejecutivo nacional, que el diálogo solo es una mascarilla, por un lado se logra “comprar�, “nominar� o “instituir� dirigentes utilizando las teorías de Maquiavelo (al parecer todo gobernante al dedillo sabe como buscar la objetividad a su favor este librillo) e inmediatamente, utilizando medios de comunicación crematísticos y adictos a las componendas (como el amarillista “Correo�, que tipificó a un inocente como terrorista, cuando todos vimos que el miguelito le fue sembrado por un efectivo policial) los trituran con indignantes calificativos denigrantes, convirtiéndolos en sujetos amorfos y anodinos de derechos humanos (hacen creer que los movilizados por una causa son terroristas, antipatriotas, delincuentes, subversivos, enemigos del desarrollo nacional, extorsionadores,…) con lo que abren las puertas a las masacres o el uso irracional de la fuerza pública, que dicho sea de paso lanzan a los acólitos del sistema de inteligencia para sembrar pruebas incriminatorias.

Puno, fue sitiado otrora por la fuerza aymara, en razón a que estas poblaciones indicaron que su madre naturaleza fue concesionada sin cubrir los requisitos legalmente exigidos, solo uno de los criterios que no fue tomado en cuenta al momento de otorgar el visto bueno del denuncio minero y es la distancia de la zona fronteriza con otra nación. ¿Cómo podemos entender entonces que el resto de los trámites documentales no fueron fraguados para su concesión? Ahora mismo la población yunguyeña en calles, plazas y comunidades campesinas, están en constante diálogo al enterarse de que el Ejecutivo nacional otorgó concesión minera una zona considerada como apu tutelar, el mismo que contaría con vestigios precolombinos, estos pobladores alimentan años de abandono del centralismo capitalino y amenazan con realizar una movilización mayor a la fuerza empleada por sus paisanos de la provincia de Chucuito – Juli. Entonces, hay oídos sordos del Ejecutivo, ellos solo quieren entregar el potencial minero a unos pulpos y junto a este entrega jugosas ganancias para unos cuantos avivados.