Los Andes

A nivel nacional, los delitos cometidos por delincuentes comunes cada vez están arrinconando a la ciudadanía; se calcula que solamente en la ciudad de Puno, a diario, se comenten más de una docena de robos a domicilios urbano marginales y más de tres decenas de atracos, de los cuales solo unos cinco se hacen constar en los establecimientos policiales, cuyos efectivos son reticentes a moverse de sus cómodas oficinas para salir raudos y comenzar con las investigaciones pertinentes, porque aseguran no tener la capacidad de personal en los diferentes turnos, las unidades vehiculares no tienen combustible o que no hay orden de un superior para abandonar el puesto de trabajo, con lo que se diluye el seguimiento a los delincuentes, quienes inclusive a diario marcan los domicilios cateados y que no cuentan con las medidas de seguridad que debe requerir la unidad familiar y si este domicilio cuenta con los artefactos eléctricos de valor, por si la incursión es “pobre�.

En la zona baja del barrio Manto, los vecinos “nos hemos tenido que organizar en brigadas de vigilancia, porque ninguna autoridad nos hizo caso y los delincuentes vaciaron varias viviendas, ellos tienen una forma de marcar la casa y lo hacen durante el día, cuando los vecinos nos vamos a trabajar, aquí no hay seguridad ciudadana o serenazgo, tampoco los policías vienen a darse una vuelta y siquiera dar la sensación de que están brindando la seguridad a los vecinos, parecemos un barrio abandonado a nuestra suerte y ese aspecto lo aprovechan los delincuentes�, enfatiza nuestra fuente, al tiempo de indicar que la seguridad ciudadana no solo es prioridad para los vecinos, también debe ser para las autoridades policiales y el municipio de Puno, porque ellos dicen pagar los impuestos conforme a ley.

El problema de la inseguridad ante los delincuentes organizados es un grave problema en nuestra ciudad, porque en el centro de la Capital del Folklore peruano, observamos a efectivos policiales deambulando en parejas o grupos de efectivos policiales y todos con su teléfono celular en el oído, o de lo contrario las parejas hablando desinteresados sobre sus asuntos personales, y en sus narices los cacos comenten sus fechorías y en los barrios urbano marginales es nula la presencia de los efectivos policiales, ni qué decir de los efectivos del serenazgo, quienes nunca aparecen cuando son convocados por la vecindad; es imperativo, pues, que el comando policial abra los ojos y ponga atención a la seguridad, no solo del centro de la ciudad de Puno, sino también de los barrios urbano marginales de Puno, no importa por horas y, al momento de ser convocados por la vecindad, reaccionar de inmediato para hacer las investigaciones que puedan dar con los delincuentes.