Los Andes

“No podemos transitar por una calle, hay un edificio que con la licencia de construcción que el municipio le otorgó, un vecino construyó su casa de tres pisos en medio de la calle, vea usted señor periodista, esto está pasando en el barrio Vallecito�, iracunda, masculla su impotencia una vecina de ese lugar. Efectivamente, en una de las calles se construyó una edificación de material noble y al costado se observa un pasadizo de metro y medio aproximadamente. Este problema lamentablemente parece ser común, porque los funcionarios de la Municipalidad Provincial de Puno no cumplen con su labor y, en la oficina de catastro urbano, se desconoce las funciones y atribuciones, el mismo que está normado en la ley orgánica de municipalidades, ley de regulación de habilitaciones urbanas y edificaciones, reglamento de licencias, habilitaciones y licencias de edificación, por lo que las áreas destinadas a vías públicas como calles, parques y jardines se deben cumplir, caso contrario la acción coercitiva de la comuna puneña tendría que imponerse.

Pero el colmo no es solamente la construcción en medio de una calle y la inacción de la Municipalidad Provincial de Puno, sino que en la mayoría de las urbanizaciones de reciente creación, los vecinos las áreas verdes las convirtieron en parte de su territorio, instalaron rejas y se adueñan poco a poco de las áreas destinadas a jardines. Por ejemplo, en la urbanización Chanu–Chanu hay varios sectores donde los vecinos, en sus frenteras, construyeron con material noble la extensión de sus viviendas, eliminando las áreas verdes. Este problema no tiene cuándo acabar y la sordidez elefantiásica de la responsable de catastro urbano deja mucho que desear, porque no ata ni desata en lo que va del año; más al contrario, existen denuncias de los vecinos en el sentido de que los trámites de licencias de construcción y similares se tardan demasiado.

Otro de los problemas que acarrea a la urbanidad de la ciudad de Puno es lamentablemente los desmontes de materiales de construcción obstruyendo la transitabilidad peatonal y vehicular, aunado a que algunos vecinos utilizaron prácticamente como estacionamientos privados las veredas, siendo lo más indignante que esas unidades vehiculares están estacionados durante casi todo el año, salvo cuando sus propietarios los utilizan, inclusive debajo de las unidades se convirtieron perreras que son un peligro para los peatones, quienes no tienen a quién quejarse por estas peculiaridades nefastas para la administración de una vecindad otrora tranquila y respetuosa. Entonces, la autoridad municipal tiene que poner orden y, para imponer el criterio de autoridad, los funcionarios tienen que estar acorde a las exigencias. Puno no es un centro poblado, es la capital regional y un punto importante para el turismo nacional e internacional.