Los Andes

Una vez más la población puneña demostró a sus autoridades que con un fin y objetivo común, la protesta puede ser unánime, dejando de lado los intereses políticos o apetitos personales, salvo los dirigentes que siempre tratan de enlodar a la población organizada dividiendo y negociando bajo la mesa. Hubo mucha agua turbia bajo el puente, los dimes y diretes de uno y otro lado, pero lo más ominoso es la abierta acusación de un pseudo dirigente (en la época fujimontesinista cumplió la labor de informante y parece que su labor hasta la fecha es petardear a las dirigencias) en el sentido de que la paralización fue un llamado de bases pertenecientes al grupo senderista Movadef, pero la pacífica población organizada se movilizó con la única intención de que la empresa de saneamiento de agua potable no siga con el alza de precios, porque un sol afecta a la economía de la sufrida población.

Luego de la movilización por la abusiva alza de tarifas del agua, se pudo sacar varias conclusiones; primero, que en Emsa Puno existe un sobredimensionamiento de personal estable y tugurizado por personal de confianza del alcalde puneño que no cumple con las condiciones profesionales, en la medida que no son especialistas y ninguno ingresó por concurso público; segundo, la empresa Emsa Puno destina para sueldos, salarios, viáticos, dietas y demás gollerías más de 60% de los ingresos que recauda, el mismo que hace insostenible su estabilidad financiera; tercero, gestiones pasadas hicieron lo que quisieron con los dineros de esta empresa, al punto de que debe más de su propio capital social y su estabilidad como empresa se sostendrá solamente con una privatización.

Indudablemente, la población organizada está indignada por la respuesta que brinda la autoridad municipal, el directorio de Emsa Puno y los funcionarios de esa empresa, porque se sienten estafados, ninguneados y no dudaron en utilizar cuanto medio panfletario para difamar al pueblo organizado; de esas prácticas de enlodamiento, creemos haber vivido cuando fuimos estudiantes de pregrado en nuestra primera casa superior de estudios, los medios de comunicación ladinos sin criterio ético ni moral enfilaron sus fauces contra la población organizada, pero lamentablemente la tarifa elevada, la dotación de agua de unas dos horas promedio en toda la ciudad de Puno, la calidad no certificada del agua potable que llega a nuestros grifos, una laguna de oxidación colapsada, sistemas de tuberías obstusas por antigüedad,… no pudieron ser acallados, claro está que más de un movilizado gritaba por revocar a la autoridad por incapaz ética, pero existen procedimientos para ésta determinación popular. A poner las barbas en remojo y trabajar en provecho de la sociedad. La organización social fue la ganadora, no esperemos más paros y la autoridades comiencen a trabajar sin tirar lodo como la deposición del hipopótamo.