Thursday 18.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1984 días)
La corrupción ha irrumpido y ha calado hasta la vértebra y la médula de las instituciones públicas, ninguna se salva de esta práctica de los operadores políticos, y la Universidad Nacional del Altiplano, nuestra primera casa de estudios, ha sido presa de un asalto a mecha encendida de un grupo de estudiantes y egresados, con anuencia, porque no se puede dudar del desconocimiento del director de este centro, de ciertos cupos cobrados a humildes profesores, para que los mismos puedan ser beneficiados con unas pocas horas en el mencionado CIPS.
¿Será que las prácticas tan usuales en el gobierno regional, la de “cobrar cupos” se ha trasladado a la UNA? ¿Será que realmente su director tiene conocimiento de ello y participa de dichas faenas? O ¿acaso se tratará de un hábito a menor escala? ¿el director de este Cips tendrá conocimiento de esto? lo único que se espera es que tome al toro por las astas, porque imaginamos que lo puede hacer, dada su profesión, y corrija estos bajos procedimientos y no se dedique a investigar si gallos pueden cruzar a las vacas.
Lo cierto es que estas prácticas desdicen y destruyen toda “institucionalidad” y espacio ganado a esfuerzo y a trabajo limpio por quienes integran esta casa de estudios, desde el arduo trabajo de las autoridades anteriores y presentes, administrativos y docentes probos.
Hace unos pocos días un grupo de postulantes manifestaban en diversos medios radiales sobre lo que venía ocurriendo desde hace un buen tiempo en dicha dependencia; ante ello no se puede ser cómplice de lo que viene ocurriendo, cabe la necesidad de corregir expectorando a estos malos elementos que destruyen la “institucionalidad” y generan una pésima imagen de la UNA.
Uno de esos “cobradores” es ampliamente conocido, antaño el apellido representaba nobleza, a tal extremo que solía decirse "después de Dios solo Quiroz"; sin embargo desde ahora deberá decirse “para llegar a Dios solo los cupos de Quiroz”… pero cabe la interrogante, será solamente él o acaso existe una pequeña mafia tras esto. Imaginemos 200 soles multiplicados por 178 (que es la cantidad de docentes) y por cada mes. Lo digo con conocimiento de causa y no tengo ningún temor a algún tipo de amenazas y represalias laborales o una expectoración, dado que no mezclo y nunca he trabajado al lado de gente “corrupta”.
¿Está usted de acuerdo con el proyecto de remodelación de la Plaza de Armas de Puno?