Los Andes

Por ser una ciudad que alberga a los más grandes centros comerciales, punto neurálgico del ingreso y egreso de productos de diversa índole, Juliaca es una ciudad con graves problemas medioambientales, y aquí no solamente tiene que intervenir la administración municipal, sino que es urgente la intervención del Gobierno Regional de Puno, para que de manera conjunta se logre declarar en emergencia el sistema de evacuación de deshechos, el mismo que debe estar de acuerdo a los lineamientos planteados en el plan Bicentenario Nacional Eje Estratégico VI, donde el cuidado de la calidad del Medio Ambiente podría ser invocado para que mediante un proyecto de inversión, de una vez por todas se construya un relleno sanitario que cumpla con todas las especificaciones técnicas modernas y no sea la población rural la que se perjudique con ladinas propuestas de generar botaderos transitorios.

Actualmente, la ciudad de Juliaca se inunda en la basura, primero porque sus pobladores no saben disgregar los tipos de basura y por lo general los plásticos y sus derivados son los más nocivos y la deficiente capacitación de esta población con respecto a basura orgánica hace que la proliferación de moscas sea irradiante de putrefacción. Si habría cultura de segregación, los desechos orgánicos irían a parar en los jardines familiares o su uso tendría otro beneficio, conforme a los lineamientos esbozados en la ley Nº 1333, Reglamento de Gestión de Residuos sólidos y su aprovechamientos racional sería un elemento que disminuiría la cantidad de basura que actualmente se produce en este polo de desarrollo.

Entonces, apelando a un proyecto de inversión donde el Ejecutivo nacional pueda intervenir, se podría estar dando los primeros pasos para solucionar este impase, de lo contrario las marchas y contramarchas estarán latentes, en detrimento de la calidad de vida de los ciudadanos que habitan esta urbe, porque el manejo sostenido del medio ambiente bajo los estándares de calidad son requisitos para que esta urbe sea considerada como apta para la habitabilidad, y no como hoy, donde casi todas sus fuentes de agua subterránea (pozos domiciliarios) tienen elementos nocivos para la salud, pero lamentablemente las autoridades locales solamente tratan de maquillar el problema no atacando el meollo del asunto.