Los Andes

Con la presencia de temperaturas ajenas al tiempo y espacio, que lamentablemente están dejando “peladas� a las montañas que otrora rebozaban de cumbres nevadas, la aparición de una cantidad indeterminada de moscas en determinadas zonas, la escasa precipitación pluvial o la excesiva lluvia (en solamente unos días se superó las precipitaciones de dos meses, lo que no sirve para la agricultura y menos para la ganadería) entre otros factores climatológicos coherentes al cambio climático global, lamentablemente nos está pasando la factura y todo hace presagiar que en los próximos meses el ande se sumirá en un árido paraje, porque además una cantidad indeterminada de puquiales (manantes de agua natural) que dan vida a determinadas zonas rurales están secos y los pozos artesanales corren el mismo riesgo, y recién comienza el periodo de secano, acompañado de bajas temperaturas.

Ante esta realidad, la modorra del sistema administrativo agropecuario parece no alarmarse y continúa su vida elefantiásica, el Gobierno Regional está dedicado a comprometer presupuesto para diferentes “obras� y obtener jugosas ganancias con las “aceitadas� y “trabajadores� fantasmas, y a nivel nacional no se está implementando una política a largo plazo para sobrellevar los efectos nocivos del cambio climático, al parecer la única forma de realizar sus planes de trabajo están en los escritorios donde pueden acceder a diferentes páginas de la especialidad y hacer un copia y pega, pero de la realidad virtual a la realidad natural dista mucho, y es en ese plano donde se necesita técnicos especialistas, caso contrario el hambre y la miseria arreciará en los andes, seguido de un abandono sustancial del campo para que nuestros conciudadanos agranden los tugurios de la costa.

Entonces, mediante iniciativa propia por parte de los comuneros organizados, mediante algún consejero regional o una iniciativa legislativa de nuestros nóveles congresistas aún no proclamados, ya se debería incidir en un proyecto de gran envergadura para hacer frente al cambio climático, los sistemas de represamiento de agua en las zonas altas se ha demostrado que tiene efectos positivos, también es urgente sistematizar la correcta cosecha de agua en periodos de precipitaciones pluviales o en su defecto incidir en una gran campaña con presupuesto incluido en explotar de manera adecuada el elemento eólico o los rayos solares, existe tecnología que debería ser valorado; claro que todo adicionado a un equilibrio y conservación del Lago Titicaca.