Los Andes

Sin pena ni gloria terminó el proceso electoral en su primera etapa, la población regional ya decidió su apoyo y los contrincante de la segunda vuelta no son los enarbolados, pero como todo tiene un inicio y fin, falta el segundo peldaño donde elucubraremos el poder a una persona y solo queda para ésta fase dos caudillos. Al parecer ninguno de ellos siente como los electores del ande y más coherencia lógica tienen con la costa o el oriente peruano. Si en las últimas elecciones Puno mantuvo irascible su voto contestatario y anti monopólico, hoy no es la excepción. Aunque no aprendimos de la lección que irradió el humalismo, que comprometió su “uniforme� para cambiar el atraso y olvido que Puno es pionero en desarrollo y obras de impacto social y económico.

En la segunda vuelta Fujimori y Kuczynski, tratan de demostrar sus mejores propuestas para captar votos, pero eso no es lo que se quiere, lo que algún sector de los ciudadanos organizados tratan de que ambos presidenciables vengan a Puno y se comprometan con hacer viable una agenda presidencial para el desarrollo de ésta región, y que éste compromiso tenga efectos vinculantes, es hora que no solamente los discursos ladinos sean parte de la política del engaño, ahora lo que debemos propugnar es que se cristalice lo que se compromete. Porque si Humala nos meció con las plantas de tratamiento hasta finalmente sacar la careta e indicar que recién el 2017 se podría dar los primeros pasos para la construcción y un quinquenio atrás García en cada pueblo peroró el agua de Lagunillas para el consumo humano y potenciar el sistema agropecuario, pero llegado el momento seguimos esperando que se invierta en la ejecución de éstas obras.

La agenda Puno tiene y debe ser materia de un somero análisis costo beneficio, pero si tenemos a un mandatario regional distraído en dictar clases en una universidad privada y su propia administración se derrumba en nocivos contubernios y la gestión administrativa es deprimente, creemos que nada podemos hacer. Entonces la sociedad organizada tiene que empoderarse y salir al frente, entonces es factible que en Puno se organice un debate presidencial con puntos estratégicos; saneamiento de agua y desagüe, crecimiento agropecuario, comercio e industrialización y nuevas tecnologías para desarrollar el campo.