Los Andes

Los altos índices de obesidad moderada y mórbida en la población escolar trae como consecuencia una deficiente calidad de vida de nuestros niños y niñas. Para los padres de familia, ver a sus hijos “gorditos� es sinónimo de alegría y buen humor, porque asocian la subida de peso al vigor y fortaleza, pero lo que realmente significa un niño gordito es que desde temprana edad realiza escasa actividad física y la familia satura el alimento cotidiano porque es rico en azúcares y grasas, con pobre contenido de fibra (frutas y verduras) y proteínas. Por ello, es necesario implementar una verdadera política de masificación deportiva desde los gobiernos locales, la cual sea direccionada por el Gobierno Regional, con lo que se estaría operativizando los primeros pasos para una verdadera articulación en la práctica del deporte en los colegios y, sobre todo, unificar planes de escuelas deportivas con metas claras y precisas.

En el momento, a nivel regional, podemos observar la diseminación de plataformas deportivas con grass sintético en estado de abandono o como “elefantes blancos�; de igual manera, se han construido con ingente cantidad de recursos coliseos cubiertos que solamente sirven para albergar palomas y semejan a enormes almacenes de chatarra, pero lo más preocupante es la inversión en estadios que no cumplen con los objetivos para los cuales fueron diseñados. Entonces, desde el Gobierno Regional se desconoce la importancia de la práctica del deporte y los consejeros regionales no toman en cuenta que la actividad deportiva tiene que ser prioridad número uno para sacar a los niños y adolescentes de sus casas y que practiquen alguna actividad deportiva, porque de lo contrario en pocos años los índices de obesidad mórbida desatarán enfermedades nada prometedores para llevar una vida saludable.

Ahora bien, en la época de las vacaciones escolares se han organizado escuelas y academias deportivas privadas, con financiamiento público; estas escuelas al parecer son un refugio para los menores de edad y no una verdadera escuela, porque los padres de familia tienen la necesidad de liberarse de la presión que tiene el mantener en casa a sus hijos, y la única forma de liberarse es llevarlos a esas escuelas deportivas. Pero lo que los padres de familia no ven es el beneficio que tiene que su hijo practique cotidianamente algún deporte y este deporte sea llevado a la competencia; esta visión es inusual en las autoridades locales y regionales, porque lamentablemente no es rentable como la construcción de enormes moles de cemento, donde las aceitadas y demás ganancias están a la orden del día. Entonces es necesario recapacitar sobre la actividad deportiva en sus diversos beneficios, estos lineamientos deberían estar plasmados en los planes de desarrollo concertado como una base para masificar la práctica del deporte y si podemos elevar el nivel de competencia.