Friday 29.03.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1963 días)
¿Acaso creía la hoy congresista Alejandra Aramayo que en algún momento no se traería a la memoria aquel ominoso pasado pseudoperiodístico que ejerció en la ciudad de Puno, junto a su padre, en el programa “Acontecimientos”?
En Puno, nada de lo denunciado era novedad.
“Acontecimientos”, el programa televisivo que conducía Aramayo, bajo la batuta del padre, fue en los años noventa, en Puno, el espacio de aquel periodismo viperino, calumnioso y amedrentador que caracterizó a esa década; no obstante, fue el más sintonizado, pleno de poder y con tentáculos en las instituciones públicas e instancias judiciales.
Esa fue la razón por la que los Aramayo eran intocables y temidos. Fue así como construyeron su imperio. Esto siempre fue de conocimiento público en la Ciudad del Lago, antes y ahora. Al mismo tiempo, cundía la desesperanza entre aquellos estudiantes universitarios de comunicación que tenían que hacer sus prácticas de periodismo en “Acontecimientos”. Significaba, en el argot periodístico, quemarse.
El club Bahía, en las afueras de Puno, a orillas del lago Titicaca y con una vista privilegiada, de propiedad de los Aramayo, fue por algún tiempo el espacio de moda para las fiestas sociales. La burbuja VIP provinciana. ¿De dónde salió el dinero para su costosa construcción de curiosa arquitectura? Pues eran los tiempos del esplendor de “Acontecimientos”. Hoy el club Bahía no es más que escombros.
Alejandra Aramayo, antes que victimizarse y ensayar defensas absurdas (léase “sicariato mediático”) debería hacer un mea culpa ante la abundancia de las pruebas que demuestran su indecoroso pasado profesional. Y es probable que aparezcan más acusaciones. ¿Acaso la Comisión de Ética del Congreso debería tomar cartas en el asunto? Porque más allá de las denuncias periodísticas, esto debería tener por lo menos un correlato legal o disciplinario.
(*) Escritor y periodista.
Publicado en La República.
en Juliaca existen seudo periodistas al iogual que aramayo, que extorsionan; El pato figueroa, cesar huasaca y otros, Juliaca despierta se valiente y denuncia
Al menos tengo experiencia en el periodismo, local, regional y nacional, pienso en el artículo, se esta precisando con pruebas al canto, eso también actualmente viene ocurriendo, con distintos medios de comunicación, radiales, periodísticos y televisivos, sino hay dinero, te chantajean y cuando le alcanzan al centavo comienzan los alagos, ello se nota a la vista, van buscando los cuatro pies al gato, inclusive se mofan que son medios autorizados MTC y son los únicos, antes se hacia prensa por vocación y no por dinero, se salvaran algunos medios, pero la mayoría practican un periodismo totalmente equivocado, son candeleros para la venta de sus productos.
¿Está usted de acuerdo con el proyecto de remodelación de la Plaza de Armas de Puno?