Wednesday 24.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1989 días)
La sangre no llegó al río. En horas de la tarde del día de ayer, un contingente policial de 500 efectivos, procedió al desalojo de aproximadamente dos mil personas que estaban apostadas en terrenos contiguos a la comunidad “Mi Perú” a unos diez minutos de la ciudad de Puno en la vía a Laraqueri.
Ante el requerimiento de la Policía, el enorme grupo de personas accedió a retirarse pacíficamente del lugar, los incidentes no pasaron de algún empujón, un grito, la quema de un poco de paja o intentos individuales de resistencia; por su lado, la Policía tampoco uso más medida que el establecimiento de un gran cerco de efectivos.
Poco antes, a la llegada de la policía y la Fiscalía de Prevención del Delito se convocó al representante de los ocupantes, Nicanor Flores, y también a los representantes de la comunidad “Mi perú”, quienes se hallaban apostados muy cerca de los terrenos en actitud de vigilia.
Ante el requerimiento del fiscal, ninguno de ellos pudo demostrar derecho alguno sobre el terreno. Tampoco se pudo establecer quién es el propietario del terreno por lo cual la fiscalía decidió mantener las cosas como están, lo que significa que ni los ocupantes ni los comuneros de “Mi Perú” podrán ejercer la posesión en lo inmediato.
El terreno fue ocupado desde ayer por la madrugada y los dirigentes no tuvieron tiempo de organizar la instalación, pero varios de los ocupantes se las arreglaron para traer madera, balones de gas, frazadas, bosta y algunos materiales necesarios para vivir en el lugar.
Varios ocupantes provenían de provincias del sur de nuestra región, ya que se organizaron por lugar de procedencia como: grupo de Ilave, Desaguadero, Zepita, entre otros.
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