Tuesday 23.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1989 días)
Envuelto en una manta, el menor fue llevado por su propia madre hasta la morgue del hospital; allí llegó con manchas de disentería.
Un extraño final encontró el hijo menor de unos distraídos padres de familia, quienes señalaron que el pequeño había sufrido tan solo una caída leve en el interior de su vivienda. Los resultados de la necropsia indicaron que el infante murió a causa de un derrame cerebral.
Lo curioso de este hecho es que el cuerpo del niño poseía unos moretones que, según uno de los médicos del nosocomio puneño, no podrían ser ocasionados por una simple caída; sin embargo, de acuerdo a uno de los familiares, los padres decían que el niño se cayó de una altura de un metro aproximadamente.
Según la versión de los progenitores del infante, la tarde del martes, el menor identificado como Dani J. Y. (4), se encontraba en su vivienda ubicada en la isla de Amantani, pero aprovechó un descuido de sus cuidantes para salir de su habitación, sufriendo después de ello el accidente.
La madre, una vez que se dio cuenta, dijo que fue a socorrerlo, y al ver su estado de salud decidió trasladarlo hasta un puesto de salud, aduciendo que tenía una fiebre alta, pero nada pudieron hacer los galenos debido a que el niño ya no reaccionaba.
Minutos más tarde, el médico solo confirmó el deceso del niño, pero no pudo determinar la causa exacta de su muerte; en consecuencia, la madre tuvo que trasladar el cuerpecito de su hijo hasta la morgue central de Puno, a donde arribó a las 17:00 horas.
Allegados a la familia enlutada, indicaron que los padres poseían una actitud sospechosa, por lo que presumieron que el menor pereció por otras causas ajenas a la caída.
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