Friday 19.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1985 días)
Aterrador hallazgo. Sin imaginar que se encontrarían con una escena dolorosa, familiares del taxista que estaba desaparecido desde la segunda semana de enero en el distrito de San Antón (Azángaro), la tarde del martes hallaron el cuerpo de su ser querido, pero devorado por los perros callejeros.
HECHOS
Luciano Juliano Valeriano Quispe (52), según denunciaron sus parientes, estaba como no habido desde el 12 de enero. Ese día salió a trabajar como todos los días, pero nunca más regresó a su vivienda de la localidad de San Antón.
La fecha de su desaparición, el infortunado taxista realizaba el servicio de transportes de la ruta San Antón – Antauta, a bordo de su automóvil Z3S-596 de color blanco, lugar por donde sus familiares lo buscaban intensamente, temiendo lo peor.
Después de 45 días de intensa búsqueda, llantos y desvelos de preocupación, debajo de una canaleta de una zona descampada ubicada en el kilómetro 29 640, en la intersección de la carretera Potoni - San José, descubrieron el cuerpo del desdichado varón.
El cadáver había sido devorado por canes callejeros desde la parte superior del cuerpo, dejándolo sin órganos, hasta el punto de notarse los huesos de la columna vertebral, y dejándole solo el cuero cabelludo.
Asimismo, en la parte del cuello, se encontró una corbata de color rosada, con la que se presume que los delincuentes lo habrían ahorcado y torturado cruelmente hasta dejarlo sin vida para arrebatarle su vehículo, y luego, abandonarlo en la zona deshabitada donde tuvo un final aterrador.
En el momento del levantamiento del cadáver, familiares y amigos del taxista, entre llantos, exigieron justicia y la pronta captura de los maleantes.
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