Los Andes

Capturan y linchan a seis %u201CMatones%u201D

Aydee Humpire

Un grupo de enardecidos pobladores capturaron a seis de los cien matones, que intentaron desalojar por segunda vez a las familias de las personas con discapacidad que habitan en la salida a Puno de la Ciudad de los Vientos. Durante este enfrentamiento se habría producido una balacera.

ENFRENTAMIENTO

Todo aconteció a las 3 de la madrugada de ayer, en el quinto sector Villa El Salvador de la urbanización Néstor Cáceres (Juliaca - Puno), en donde más de un centenar de matones provistos de cohetes y armas de fuego, intentaron desalojar violentamente a los ocupantes.

Según contaron las víctimas, los bravucones llegaron a la zona a bordo de tres camiones fusos y utilizaron bombas artesanales para amedrentarlos; sin embargo, con apoyo de sus vecinos defendieron sus predios arrojando piedras, dando inicio a la batalla campal.

En tanto, otros ayudaban a poner a los niños y ancianos a buen resguardo; mientras que los sujetos abusivos aprovecharon para quemar parte de las pertenencias de las personas con habilidades especiales, quienes duermen en la calle desde el pasado miércoles 8 de agosto.

Tras varios minutos del violento enfrentamiento los enardecidos pobladores lograron capturar a seis de los matones y los otros lograron escapar. Ellos, fueron rescatados por la policía y el fiscal de turno, Tito Nieto Portocarrero cerca de las 8:30 horas, sin antes recibir una brutal golpiza.

Se trataría de David Núñez de la Cruz, Daniel Zapana Vilca, Yasmani Cabezas Apaza, Marcos Ortiz Valencia, Josué Quenaya Cruzatt, y Pio Delgado. Uno de los varones se encontraría al borde la muerte debido a la paliza que recibió.

TESTIMONIO

En su defensa los presuntos matones alegaron que fueron contratados a cambio de 50 y 60 soles por Miguel Mamani Ticona y Luis Quispe Mamani, quienes tendrían relación con Nieves Flores de Carita, una mujer que es acusada de integrar una organización de traficantes de terrenos.

Durante las pericias, la policía encontró casquillos de bala junto a 30 cascos que eran utilizados por los supuestos matones, los mismos que a su vez ingresaron con maquinarias para continuar la demolición de las viviendas que aún estaban en pie.