El fetichismo de las encuestas electorales



Escribe: Felipe Gálvez Condori | Política - 26 Sep 2010


El actual proceso electoral de las Elecciones Regionales, Municipales y el Referéndum 2010, en nuestra región ingresan en su último tramo. De manera metafórica, se dice que las encuestas electorales miden la foto del momento, ósea, ¿Cómo sería la elección si sucediera mañana? Pero, ¿Será cierto cuando la encuesta es publicada, los electores posesionan sus preferencias en torno a los resultados difundidos, porque a la mayoría nos gusta votar por el ganador y salen perjudicados y desfavorecidos los que se quedan rezagados en los últimos lugares?

En estas semanas han proliferado encuestas electorales con diversos resultados que han dejado contentos algunos y han echado por tierra las ilusiones y esperanzas de muchos candidatos. Al margen de la credibilidad que pudiera tener cada encuesta, lo que han hecho estas es dividir a los candidatos en grupos de “favoritos”, “medianos” y “pitufos”.
Los “favoritos” son los que supuestamente encabezan las preferencias del electorado, entre los que puede estar el ganador. Los “medianos” son aquellos candidatos que a estas alturas todavía mantienen alguna esperanza de un repentino despegue electoral para convertirse en la sorpresa. Y los candidatos “pitufos” son los que están en los últimos lugares de las encuestas con apenas un digito o en el grupo de “otros”.

Cuando sólo faltan días para el decisivo día de las elecciones, nuestros candidatos quisieran sentirse a un paso del cargo al que aspiran, pero no es así, proféticamente se podría decir que “son muchos los postulantes, pero uno solo será el elegido” Mas bien lo que van percibiendo es que se les va esfumando la posibilidad de llegar al soñado cargo. Teniendo en cuenta las expectativas generadas y la inversión realizada, esa no es una buena noticia para nadie.

Hace unas semanas, 15 candidatos a la alcaldía de la provincia de San Román realizaron una marcha porque tres candidatos considerados “favoritos” por las encuestas, no se presentaron a un debate. Los “engreídos” de las encuestas son; insólitamente el “profe” David Mamani Paricahua de Siempre Unidos, quien estaría cerca de retornar por la puerta grande al sillón municipal, después de haber sido vacado por sus regidores y el JNE. El que le disputaría las preferencias es el periodista David Mamani Paricahua de GANA-PDR y va terciando el “hermano” Hugo Quinto Huamán, de Restauración Nacional.
Estos candidatos saben que particularmente en Juliaca, no pueden perder el paso y que los electores toman como criterio sus “simpatías” y “antipatías” antes que las propuestas. Su estrategia de campaña es priorizar los jingles, spots con mensajes emotivos, el contacto directo con la población y evadir los debates. En Juliaca las elecciones casi siempre son una lotería.

En Puno, ocho candidatos a la alcaldía provincial emitieron un pronunciamiento conjunto, cuestionando a sus contendores favorecidos por las “encuestas” el gallito Luis Butrón del FADEP, Mariano Portugal de RAICES e Iván Flores del MAS, quienes a decir de los también candidatos denunciantes estarían realizando millonarias campañas publicitarias saturando los medios de comunicación, convirtiendo la ciudad en un carnaval de banderines y pintas. No sería nada raro que en los próximos días, los candidatos al Gobierno Regional que no tienen la fortuna de estar en los primeros lugares, también se animen a emitir algún pronunciamiento con similar reclamo.

¿Por qué las encuestas provocan tanto alboroto en los candidatos? Estas están validadas como método científico para medir las conductas electorales, su rigor depende de la forma como se construya la muestra, la selección del conjunto de personas que va a ser entrevistados. La misma que tienen que ser representativa del universo, es decir del total de población electoral. En la realidad, esa representatividad de la muestra no es posible en un 100% Como en el caso de nuestra región, es más fácil encuestar a los electores de las ciudades, que a los del medio rural, por eso todas las encuestas dicen que tienen un “margen de error”.

Aparte de eso, hacer una encuesta cuesta mucho se gasta en transporte, encuestadores, papel, uso de computadoras, personal y hasta la publicación tiene un precio. Si alguien financia todo eso, hay que preguntarse ¿Por qué lo hace? No hay que olvidar que en política, no hay filántropos o padrinos desinteresados.

Las encuestas son muy útiles para ganar una elección, si se las usa como lo que son: una técnica de investigación. Su valor está en la cantidad y calidad de la información que proporcionan a quienes elaboran las estrategias electorales. Ese es su propósito y fin.

Pero dentro de una campaña electoral, las encuestas se han convertido en un mecanismo que, más que medir la realidad, la construye, su objetivo de medir o fotografiar, un momento, ha sido sustituido. El uso que ahora se les pretende dar es para posesionar candidatos. El objetivo no es captar las preferencias del electorado, sino influir en el, tratando de generar el llamado efecto “vagón" o "rebaño", según el cual el candidato más fuerte arrastra a los indecisos que no quieren "perder" el voto y también “jalan” a los que pensaban votar por los candidatos pitufos o pequeños. Por eso, sus resultados producen reacciones diversas; los agraciados los toman como santa palabra y los no favorecidos le quitan toda credibilidad y las califican como falsas.

Para levantar la moral de los que no han sido bendecidos por los resultados de las encuestas. La experiencia de los comicios electorales anteriores demuestra que estas pueden producir un efecto contrario, o sea de movilizar indecisos a favor de los candidatos más débiles. Nuestra población es variada (urbana, rural, joven, madura, profesional, empresario, comerciante etc. Además, existe el voto territorial (norte, sur, aymara, quechua, urbano, rural) La volatidad, el voto blando, la lealtad partidista es baja y los votantes muy volubles. Muchos ciudadanos se mantienen indecisos hasta el final. Pretender que una encuesta adivine los porcentajes de una elección es absurdo.

En una circunstancia en que el voto es obligatorio, las encuestas tienen menos precisión. Muchos votantes (15%), deciden finalmente su voto el día de la elección. El principal motivo de concurrir a las urnas es evitar una multa y les da lo mismo votar en cualquier dirección. Con su voto pueden definir el resultado de la elección.

También existe un voto escondido que no aparece en las encuestas y que respalda a candidatos enfrentados totalmente a un sistema. En el caso de la elección regional del 2006, Hernán Fuentes, que no fue detectado por la mayoría de las encuestas, fue el “outsider” que gano la elección. Los encuestados en esas circunstancias mienten y los números de las encuestas fallan.

Las encuestas ayudan a comprender la realidad, a establecer tendencias, a analizar lo que ocurre dentro de un proceso electoral, a ganar elecciones elaborando estrategias, pero no para adivinar o predecir el resultado de una elección. Finalmente, no es verdad que la gente sea tan fácil de engañar. Los electores perciben la realidad política de forma intuitiva pero con más sentido común que muchos políticos y “estrategas” de campañas electorales.

Cuando se pregunta a la gente quién va a ganar las elecciones se comprueba que normalmente la mayoría percibe lo que está ocurriendo. Los votantes comunes tienen motivaciones como la protesta, el temor, sus simpatías y afectos. Así que candidatos “favoritos” no se entusiasmen demasiado, menos festejen con anticipación. Lo mismo que los postulantes “medianos” y “pitufos” tampoco se desesperen y menos tiren la toalla antes de tiempo. La verdadera encuesta, la que vale, es el 3 de Octubre.



3 comentarios

  • varon del sur Sunday 26 de September del 2010 a las 17:18

    interesante deduccion pero tambien es cierto que hay un voto oculto y si analizamos lo que tuya bien lo analizaste, podemos deducir que con tanto candidato, el fraccionamiento del elector fortalecera a candidatos con lealtad partidaria entonces vayamos analizar que candidatos tienen un caudal, por arrastre entonces eso definira mucho a quiene svayan a ir a la segunda vuelta tal parece que habran muchas sorpresas o no mi estimado columnista...

  • CISMED KIPU Sunday 26 de September del 2010 a las 14:38

    muy buena su articulo, pero se basa en aspectos de Jaime DURÁN BARBA que oublico su articulo en Internet, esperando que los resultados de algunas encuestadoras que m anifiestan ser de lima con resultados totalmente, avezados, por q no se publica lo q realmente sale en los resultados, el "corazon" es que decide?. El despretigio de una encuesta esta en algunos resultados descabellados.

  • JUAN CHAVEZ Sunday 26 de September del 2010 a las 13:51

    LO QUE PASA ES QUE LOS CANDIDATOS CONTRATAN SUS ENCUESTAS Y SE ENGAÑAN ELLOS MISMOS, COMO DICE EL ARTICULO EL 03 DE OCTUBRE SABREMOS LA VERDAD


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