Colombia: Construir la paz social es el mayor reto



Escribe: Jorge Zavaleta Alegre | Política - 18 Nov 2013

Para el destacado filósofo latinoamericano Carlos Eduardo Maldonado, la firma del Acuerdo de Paz en La Habana, entre las FARC y el Gobierno Nacional es inminente, porque es la primera vez en la historia de este país que la pacificación se traduce ahora como una propuesta nacional, que recoge la visión integral de la gran mayoría de su población. Hay que considerar que la etapa de construir la paz será un largo proceso que implicará la concurrencia social durante veinte, veinticinco y treinta años, como señala la historia, empezando por el África.


Revisando sus investigaciones, Maldonado al hablar de la derecha y la izquierda como expresiones del pensamiento de la población, advierte que son defectos de dos enfermedades crónicas. Una llamada realismo político y aprovechamiento. Y la otra, purismo ético e ideológico y división histórica.

-¿Cómo va ampliándose el Pensamiento Complejo en América Latina?
El estudio de la complejidad se configura en dos grandes capítulos: el pensamiento complejo y las ciencias de la complejidad. El primero, se origina a partir de la lectura de Edgar Morin y de otra serie de autores. Y las ciencias de la complejidad, con herramientas provenientes de la sociología, biología, matemáticas...
En síntesis podemos articular ambos tramos dentro de una masa creciente de trabajo de complejidad desde México hasta Argentina pasando por Centro y Sud América.
Creo que dada la crisis de ideologías, los movimientos sociales, la incorporación de nuevas capas sociales que acceden al conocimiento y a las nuevas tecnologías… el proceso se acompaña de nueva música, nuevos lenguajes, distintos de los clásicos. Se realiza en términos de interdisciplinariedad, de enfoques integrados, cruzados. La complejidad tiene esa maravilla y un complemento político adicional: Europa está agotada económica y financieramente. Estados Unidos también. Entonces hay muchas personas de esos países que están mirando América Latina para nutrirse de esperanzas, discursos. Entonces hay discursos de complejidad muy sólidos, por ejemplo en México, en la UNAM; en Brasil hay un sistema muy bien articulado en las universidades, en Valparaíso, en el Perú con el IPCEM…

-¿Cómo camina este mismo proceso en Colombia, su país?
Desde hace cinco años, estamos construyendo una red de investigadores de diferentes procedencias. La maravilla de este proceso, es que se pone sobre la mesa las experiencias, tradiciones, lenguajes, enfoques, métodos y ver cómo contribuyen para la comprensión de un mundo nuestro y del resto de la humanidad. Tenemos un desarrollo intenso del estudio de la complejidad.

-¿En los EEUU la complejidad se aprecia desde la aplicación del conocimiento a través de las ciencias y la exportación de la computación?
Hay una circunstancia cultural sobre la importancia de la computación. Se puede decir que desde esta óptica hay un desarrollo mucho más sólido que el de nosotros que se traduce en términos económicos. El trabajo de complejidad en los EEUU y en algunos países de América Latina consiste en el análisis del empoderamiento y simulación. Entonces, gracias a la complejidad podemos ver tres tipos de ciencias y de métodos: los métodos clásicos por inducción, la deducción y ciencia por moderamiento o simulación.
Hay una característica preciosa. El Premio Nobel de Química 2013 considera a los investigadores, gracias a procedimientos de simulación, que no es inducción, ni deducción lo que ha revelado el tema muy complejo que es el Trasporte Circular entre las Células, que el cuerpo humano está formado por sistemas de sistemas, que se relacionan perfectamente unos con otros, a través de procesos de cooperación que en su base misma son sistemas de transporte, una célula que le trasporta otra en cadena.
Esto es tan reciente en la historia del mundo, tan sólido, que por primera vez el reciente Premio Nobel es de Complejidad. En América Latina ese trabajo también se está haciendo en esa dirección.
En América Latina incorporamos esas nuevas tecnologías, pero con elementos antropológicos, sociales, culturales, políticos, que son nuestros y que ellos, en EEUU, no los tienen.

-¿La Cuenca Amazónica es muy rica en recursos naturales. El capital transnacional está pendiente en cómo aprovecharla cuanto antes. La humanidad, tiene en la Bioética la disciplina específica para contener la ambición inhumana?
Los países como Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Bolivia somos puntos de reserva en mega diversidad. Se define como mega diversidad, porque se combinan tres tipos de diversidad: Biodiversidad Biológica o natural, Diversidad Genética y Diversidad Cultural.
Los países mega diversos son 17 en el mundo y es donde están situados estos Fox trot (baile muy popular en el Caribe) y de esos países en la Cuenca Amazónica confluimos cinco.
La mega diversidad implica literalmente la mayor riqueza en vida, económica no en términos mercantiles. Un paréntesis, el capitalismo no es tan tonto: los países han sido divididos en productores y consumidores y países reserva. Nosotros, los de América Latina somos países reserva, de cara a las posibilidades de vida de la humanidad, de recursos hídricos, genéticos…
La Bioética está presente porque es una Ética de la vida para la vida. Concepto que no tiene nada que ver con la comprensión anglosajona de la Bioética como un concepto exclusivamente médico, puramente clínico, fundador del principalísimo fundamentalista médico. Si la complejidad se aprecia con planes cruzados, articulados, la Bioética se ve desde el calor y la vida. Esta concepción, desde una visión puramente antropocéntrica, antropomórfica o antropológica es una concepción biocéntrica, egocéntrica.
Cualquiera sea mi concepción del ser humano se inscribe en un mundo mucho más amplio que es la naturaleza. Las culturas nuestras y la de otros muchos países como la nación Aymara, Amazónica, sus saberes muestran que el ser humano no es lo más importante sino que es un elemento adicional componente de la Naturaleza.
Este concepto significa que el cuidado por la vida es el cuidado por la Pachamama, que es una concepción integradora, en la perspectiva de la Complejidad.
Incorporando sociología, antropología, sociología rural, estudios culturales, etc. esta comprensión en contraste con la Bioética europea y con la Bioética médica vinculada a las ciencias de la salud, implica una concepción antropocéntrica distinta de mi vinculación con mi vida y la naturaleza.

-¿El desarrollo solo se ha concentrado en las grandes urbes con una progresiva destrucción de la vida? Desde la complejidad científica, se habla del desarrollo a partir de lo local, vinculado a lo global… ¿Cómo se aplica a América Latina, a los países andinos donde hay más ruralidad, más marginalidad…?
Los modelos económicos que prevalecían antes son urbanos y de corte liberal. Los cuatro modelos económicos imperantes son: el clásico, neoclásico, economía de escala y desarrollo sostenible. La diferencia entre esos cuatro es puramente de matiz, de función. Yo soy el ser humano y la naturaleza está diseñada para mi beneficio.
Los saberes locales, por el contrario, implican la importancia de sus saberes orales, de esas tradiciones no oficiales. Me gusta decir así porque hay verdades oficiales y las voces oficiales, que desconocen todo este plano de los saberes locales. En el concepto de complejidad están los conceptos complejos que se aprenden y se adaptan. La capacidad de aprendizaje y adaptación es justamente lo que hace los saberes locales.
El mundo ha reconocido que ese modelo es una riqueza de complejidad, que sino lo aprendemos de las sabidurías locales no podemos ir muy lejos, porque aquel modelo de economía de mercado finalmente es el que está destruyendo la naturaleza y toda lo demás…

-¿Esa valorización de la naturaleza se encuentra en los saberes del sur?. ¿Están en pleno debate las problemáticas epistemológicas de ruptura desarrolladas en el siglo XX?
Coincido con Edgar Morin sobre los Saberes del Sur y de otro lado Paulo Freire, Van Rensselaer Potter y más reciente la “epistemologías del Sur” de Boaventura de Sousa Santos.
Es muy importante aprender y adaptar que ese saber milenario nunca ha utilizado la naturaleza en un sentido utilitarista como los cuatro modelos mencionados: clásico, neoclásico, economía de escala y desarrollo sostenible. La diferencia entre esos cuatro es puramente de matiz, de función. Yo soy el ser humano y la naturaleza está dice. Sino aprendemos aquello que enfrenta la comunidad, definitivamente en los caminos se agudiza el calentamiento global que es cada vez más peligroso para la vida.
Si no cruzamos la frontera de la ciencia occidental - pura, egocéntrica y demás - hacia saberes locales no podemos encontrar una posibilidad futura. Allí los pensadores de la complejidad construyen un modelo alternativo al dominante.

Los nuevos conceptos alternativos también están siendo tergiversados, como es “El Buen Vivir” en Ecuador. Según la óptica de los pueblos nativos, los recientes censos cambian la realidad social: la población indígena que en el 2007 representaba el 60% del total, ahora se ha reducido al 7%, porque nadie quiere ser indio, esa población se identifica como mestiza. ¿Qué hacer?
Es un error del presidente Rafael Correa el haber propuesto el paso legal para el ingreso de las transnacionales a la reserva del Yasuní, en vista del poco respaldo internacional y la necesidad de capitales para atender las urgentes necesidades del pueblo. Ojalá que la población, pueda evitar la presión del capital y logre detener esa incursión a la naturaleza.
Es cierto que el Suma Kamaya. (Estoy estudiando quechua), en una adecuada y sana concepción podemos hacer un quiebre al uso conservador de los recursos. Correa ha rescatado lo que estaba vibrante en la sociedad que se expresa en el Estado pluricultural y sus contradicciones y tensiones. Igual ruta ocurre en Bolivia de Evo Morales, con las contradicciones entre La Paz y Santa Cruz. Esos elementos antes no se habían puesto claramente sobre la mesa, la mirada de ahora responde a actitudes que se gestan desde abajo. Estamos hablando de un proceso político y cultural de menos de 10 años. Los saberes maravillosos, como la lengua quechua, que está viva, no solo tiene tradición oral sino que también está escrita. Hay investigadores cuyos aportes pueden servir para tener una lectura conservadora como se mencionaba, hacia una posición más crítica de la verdadera significación del Buen Vivir.

¿Qué pasos deberían ser considerados para impulsar el desarrollo local, en coherencia con el mundo global?
Uno básico: la soberanía alimentaria. Los saberes locales son muy inteligentes con respecto a la soberanía alimentaria. Esto sucede porque en el mundo occidental, en las grandes ciudades, la comida pasa por dos o tres procesos o grandes canales de distribución, con todos los efectos y peligros de la salud que esto implica.
Otro elemento, el trueque: las economías alternativas, el intercambio. El consumo responsable pasa por la crítica al hiper - consumismo.
Tres: La integración con la naturaleza es un elemento básico, saber qué necesitamos. En el mundo de hoy con la publicidad y la propaganda nos inducen a pensar en lo que uno necesita. Los pueblos nuestros, saben que necesitan y son inmensamente más ricos en calidad de vida en relación con la naturaleza. No obstante, sin tener tarjeta de crédito, acceden a alimentos mucho más ricos que los alimentos de las ciudades.
Cuatro: Las formas saludables de vida. Por ejemplo, la ausencia del stress, de estas enfermedades crónicas que tienen las sociedades occidentales. Hay formas saludables de vida de las cuales se puede aprender muchísimo.
Cinco: La importancia de la comunidad, porque se organiza en términos de sociedad y esta significa que todos somos iguales ante la Ley. Pero la importancia de la sociedad es que se identifica con las políticas públicas sobre la depresión, la ausencia de solidaridad. La idea de comunidad significa sexo, lengua, resortes mucho más sólidos.

¿Cuál es el futuro de la Cuenca Amazónica, hay comunidades que nunca han tenido problemas de fronteras, cómo ensamblar la Bioética?
Hemos mencionado territorio que es un concepto, en contraste con las fronteras, unidades administrativas y todo lo demás. El territorio es importante porque se aprende, se adapta, crece, avanza o retrocede. El territorio es un sistema vivo, no estático, ni controlado por cuotas de policía, efectos jurídicos y demás. Lo que prima en el desarrollo es el concepto de territorio con un espacio vivo.
Es muy valioso pensar de manera distinta de la historia y la geografía. Cuando yo ya no pienso en esos términos, encuentro otros elementos como biología o paisaje, ecología y el concepto de territorio, no es un concepto geográfico ni marcado por lo histórico. Es un concepto orgánico. La Cuenca Amazónica es eso y la idea básica porque cualquier acción que plantee contra la naturaleza estoy atentando contra algo orgánico.

¿No podría concluir esta entrevista sin conocer su intensa preocupación filosófica por la Pacificación en Colombia, a partir de las negociaciones en La Habana de las FARC y el Estado?
Aplicando esta filosofía de la complejidad del conocimiento en armonía con la naturaleza, es posible conseguir la construcción de la paz.
Uno de los elementos claves de la historia de las FARC es su fuerte raigambre rural y campesina. Es muy sólida su histórica raigambre campesina. Por ejemplo, en muchas regiones de Colombia, en Putumayo, el gobierno nacional lo que hace es controlar el casco urbano, pero fuera del casco urbano está la guerrilla, entonces se recomienda a la población que se movilice solo dentro del espacio, porque fuera de éste, se encuentran las FARCs.
Las FARCs reúnen a una fuerte población campesina, indígena, que son pueblos de los cuales la población colombiana tiene que aprender. Porque Colombia es un país multicolor, que clásicamente ha estado dominado por Bogotá, la capital, por blancos y mestizos y se desconocían las etnias, los climas, los territorios que tenemos. Y un elemento que toca a la mesa de negociaciones es esa concepción. Pero no es un movimiento de corte campesino - indígena porque encuentra un gran apoyo de las pobladores de las ciudades.
Acuérdese la historia de Unidad Patriótica, un partido que fue eliminado por el partidarismo y masacrado finalmente. Lo digo como un referente para las personas jóvenes, democráticas, de un sector social que no es solo población indígena sino urbana que encontró en un momento la debida motivación, proceso que fue truncado.

¿Ud. afirma que un logro es la firma de la Paz y lo más difícil es la construcción de la misma?
De firmarse la firma el acuerdo de paz en La Habana – porque un paso es la firma y otra cosa es la construcción de la paz - se trata de un proceso que como se ha estudiado en el caso del África y otros lugares, va a durar 20, 25, 30 años. Es la construcción, que por primera vez en la historia de Colombia, se gesta un proyecto nacional, porque todos los proyectos han sido de gobierno o de partidos políticos, pero no proyectos nacionales.
La buena esperanza del acuerdo de La Habana es que se firmen las condiciones para que en la historia de las próximas décadas se pueda construir la paz no solo como producto de gobierno o proyecto de partido sino como proyecto nacional.
En el mundo la filosofía está en crisis señala Maldonado: hay muchas modas, esta en boga el discurso pos constructivo, modernista, etc. porque los filósofos decían que podían dar pautas disciplinarias, pero la complejidad del mundo nos señala que no es posible abordarla por una única disciplina, ni por la política, la matemática… sino por un curso integrado de conocimientos. La mejor doctrina, para mi, es la complejidad, a condición que se aprenda de otras disciplinas, de otras formaciones, de otros lenguajes.
Colombia es y ha sido un país de extremos. Colombia jamás ha sabido de términos medios, o intermedios, en cualquier acepción de la palabra. Esto explica, en términos generales, la historia de Colombia tan estrechamente vinculada a la violencia en todas sus facetas.
Una derecha con derechas extremistas o más moderadas, y una izquierda radical o menos extrema. No se trata de demonizar ni de simplificar la historia política y de gobierno y oposición en términos maniqueos. Pero es bueno mirar las cosas sin pre–concepciones ni pre–juicios, y llamar a las cosas por su nombre.

HOJA DE VIDA Carlos Eduardo Maldonado, profesor de la Universidad colombiana del Rosario, es doctor en filosofía por las universidades de Lovaina de París y Pittsburgh. Es autor de varios libros como Termodinámica y complejidad, en varias ediciones muy leídas en la academia y la sociedad civil. Significado social de la filosofía de la Complejidad, no representado por el Estado sino por una política no indiferente pero si diferente e independiente del Estado. Sus áreas de trabajo son la filosofía contemporánea, filosofía política y filosofía social, filosofía de la ciencia. La Teoría de los sistemas complejos no lineales (ciencias de la complejidad), teoría de la decisión racional, teoría de la acción colectiva, derechos humanos, sociedad civil, bioética, fenomenología.

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