Los Andes

Cumpliendo con las disposiciones de la nueva ley universitaria, en nuestra primera casa superior de estudios se programó las elecciones para el cargo de director de estudios de la Escuela de Post Grado, donde los candidatos deberán hacer llegar sus propuestas a los maestristas y doctorandos de la Universidad Nacional del Altiplano, en donde deben proponer el desarrollo científico académico, con la finalidad de buscar el desarrollo integral de la región y del país. Según la memoria anual de esta universidad, en los programas de maestría y doctorado se tiene un promedio de tres mil matriculados, cifra de la cual los titulados no superan los ciento cincuenta profesionales, déficit que nos debe obligar a reflexionar sobre las propuestas metodológicas y la propia formación de los profesionales de alto nivel académico, acompañado de las facilidades con las que deberían contar.

A pocos días de llevarse a cabo las elecciones para empoderar al director de la Escuela de Post Grado de la Universidad Nacional del Altiplano, ningún candidato hizo una propuesta de trabajo. Seguro que están esperando el último momento para volantear sus “propuestas� y llevar como ganado a los electores maestristas y doctorandos, de modo que voten por una u otra opción; esta actitud de improvisación, al parecer, seguirá cundiendo en todas las esferas sociales de la región y nación, entendiendo que los estudiantes de post grado tienen otra perspectiva de desarrollo social. Así las cosas, debería imperar el debate de las propuestas serias para encumbrar el perfeccionamiento de nuestros pueblos.

Si actualmente se ofrecen maestrías y doctorados de las profesiones más esenciales, es porque existe la capacidad de lograr nuevos horizontes para nuestros profesionales; el primer escollo a superar en la Universidad Nacional del Altiplano es la forma crematística de ofertar los estudios del postgrado (más del cincuenta por ciento del costo que los estudiantes pagan se destinan para la universidad y el resto para contratar docentes), los programas no tienen una acreditación que los inserte en el mercado laboral, no existe acceso a internet, no existen convenios que oferten doble titulación a los maestristas y doctorandos, como sí existen en otras universidades; los docentes de estos programas no tienen relación a las expectativas de los estudiantes, porque obtuvieron sus grados académicos en universidades de dudosa reputación; y el sistema de biblioteca especializada es deficiente. Por todo ello, el futuro Director de la Escuela de Post Grado de la Universidad Nacional del Altiplano tiene que ser el más idóneo y experimentado.