¿Quién podría y debería ser el próximo presidente del Perú?


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Escribe: Felipe Supo C. | Política - 13 Mar 2016


En las contiendas electorales se presentan actores sociales con diversos perfiles y propuestas que se diferencian unas de otras, como también son relativamente parecidas; estas diferencias hacen que algunos perfiles y propuestas sean las ideales que responden por los que deberíamos apostar; sin embargo, estas propuestas y perfiles ideales son restringidas por factores de espacio y tiempo, traducidas como coyunturas expresados por la población electoral como que se podría. Entonces, en una contienda electoral –como la actual- alguno de los candidatos presidenciales podrían y deberían ser erigidos como el próximo presidente del Estado peruano, pero que también algunos de estos candidatos podrían, pero no deberían ser el próximo presidente del Perú; en este documento explicaremos las razones del porqué de los que podrían y deberían, podrían y no deberían y, deberían y no podrían ser los próximos jefes del Estado Peruano.
No sin antes mencionar que el panorama político actual –difícil y agreste- que se vive a puertas de un mes para las elecciones presidenciales fue creado por el ente de la autoridad electoral, específicamente el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y el Jurado Especial de Elecciones (JEE), donde por ejemplo el diario “La República” en su titular del día jueves 10 de marzo, señala: “JNE degrada las elecciones…saca de carrera por trámites administrativos a Julio Guzmán, segundo en sondeo de GfK con 16% de intención de voto, pero se hace la vista gorda con irregularidades en la alianza Apra-PPC…Elimina a César Acuña por entregar dinero a damnificados de Chosica, pero permite que Keiko Fujimori reparta dinero sospechoso y especies a manos llenas”. Mientras que el diario Uno en su titular del mismo día –jueves 10 del año en curso- refiere: “Maniobras de Aprofujimorismo… Los botan… por regalar plata (César Acuña) y por inscribirse mal (Julio Guzmán)… Se quedan… (Keiko Fujimori) pese a que regala plata, (Pedro Pablo Kuczynski) pese a ser lobista, (Alan García) pese a indultar narcos”. Expresiones periodísticas que coinciden con la posición de algunos juristas y analistas políticos expertos en materia electoral. Corroborado según los Andes por Gustavo Gorriti, como uno de los importantes periodistas de investigación en el país, que señaló “…que la decisión que ha adoptado el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) en torno a la exclusión de la candidatura de Julio Guzmán es corrupta e interfiere gravemente con el derecho al sufragio de los ciudadanos…”. Sobre el particular existen distintas posiciones, cuyas interpretaciones dicen ser de carácter político… algunos de carácter ideológicos relacionados al modelo económico, grupos de poder económico, etc. Sin embargo todos coinciden que estas instancias de manejo electoral, han originado el conflicto socio-electoral.
Ahora bien, entrando a nuestro tema de interés ¿Quién podría y debería ser el presidente del Estado peruano? Nosotros, algunos politólogos y analistas políticos coincidimos que podría y debería ser Alfredo Barnechea, por las siguientes razones: Debería porque… Alfredo Barnechea es de posición “casi” centro-izquierda, que ofrece un modelo diferente en sus planes de gobierno, que está relacionado a la revisión de la firma de los contratos mineros y de hidrocarburos, así como orientar la distribución de la riqueza hacia las poblaciones más vulnerables que en nuestro país somos la mayoría. Según la percepción de algunos politólogos, Alfredo resultaría el candidato ideal para ser el próximo presidente del Estado peruano, dada su capacidad cognitiva que conoce profundamente la realidad peruana y dada sus relaciones de carácter internacional que logró por su experiencia de trabajo en el Banco Mundial. También, dado que proviene de las canteras de un partido político como es de “Acción Popular” –pese a su pasado de haber pertenecido a las filas del Apra, cuando según él…orientaba un pensamiento de centro-izquierda…emulado por Haya de la Torre- cuyo mérito es haber sido representado por el Arquitecto Fernando Belaúnde Terry, reconocido como el presidente más honesto del Perú. Podría porque la coyuntura política lo permite, conforme se están dando los acontecimientos entre los simpatizantes de Keiko y Guzmán; donde el grueso de estos simpatizantes –Guzmán- está inclinando la balanza por Alfredo Barnechea por ofrecer un programa de gobierno más serio y orientado a la juventud.
La candidata que podría y no debería ser la próxima representante del Estado peruano es Keiko Fujimori, porque representa el pensamiento ideológico neoliberal, que ni siquiera es liberal –porque la naturaleza del pensamiento ideológico liberal tiene diferente concepción- (que inspirándose en el concepto utilitario de John Stuart Mill de proporcionar “la mayor felicidad para el mayor número de personas”, el Liberalismo trató de defender el “bien común”; es decir, un sistema político y económico que maximiza el progreso social para el grupo en su conjunto y no para beneficiar a una porción de individuos. Lo cual hizo del Liberalismo un movimiento que facultaba el papel del individuo y desafiaba a las monarquías absolutistas); concepción que teóricamente difiere con el neoliberalismo, porque este pensamiento ideológico se debe principalmente a una escuela de pensamiento económico, que puso de relieve la importancia de la desregulación de los mercados y la privatización de las instituciones públicas. Modelo que en el Estado peruano, se ha venido implementando (a pie juntillas) según las recomendaciones de la receta de los acuerdos del Consenso de Washington a partir del gobierno de su señor padre Alberto Fujimori Fujimori. Este modelo se ha continuado implementando en los siguientes gobiernos de turno como de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala, este último gobernante nos engañó con la “gran transformación” que orientaba un modelo diferente de corte centro-izquierda; sin embargo, lo cambió por la “hoja de ruta” que es el mismo modelo implementado por sus antecesores. En relación a podría, según las diferentes encuestadoras señalaban que tanto en la primera y segunda vuelta Keiko podría ganar las elecciones presidenciales, rompiendo de esta manera su patrón y fuerza electoral del 30-35%, donde muchos analistas políticos coincidían que con Keiko ocurriría lo que ocurrió con Ollanta Humala; es decir, que ganaría las elecciones en la segunda vuelta, el segundo que fuera ganador en la primera vuelta (PPK, Barnechea y oro); sin embargo, en las actuales circunstancias, el panorama electoral sin Acuña y Guzmán es distinto y que la posibilidad que podría ganar, es cada vez más lejos para la representante de Fuerza Popular
Pedro Pablo Kuczynski podría pero no debería ser el próximo presidente porque además de representar el mismo modelo económico neoliberal igual que Keiko Fujimori, él representa las responsabilidades de malos manejos y negociaciones de exploraciones y explotaciones de nuestros recursos naturales de minería e hidrocarburos y que no tiene ninguna intención de renegociar la firma de las condiciones de explotación de nuestros recursos naturales y que más bien –muy a pesar de sus hipócritas disculpas- trató de ignorante a una periodista de nuestra región del altiplano puneño. Algunos críticos más radicales le han tipificado de cómplice de la pobreza de nuestro país y otros más mesurados le sindican como “lobista”, además de continuar jugando con su doble nacionalidad,
La candidata Verónica Mendoza de corte izquierda podría, pero no debería ser la próxima presidenta del Perú, (pese a ofrecer un programa de gobierno de carácter socialista) porque en esta coyuntura de la aldea global como sociedad del conocimiento y de la información es “harto” difícil de implementar su programa de gobierno, de ahí que resulta su propuesta como retórica, lírica, pasional y romántica; estamos en otro contexto histórico social diferente a su pensamiento pasional ideológico y político. Además que en un eventual gobierno suyo, por la repartija del poder sería todo un caos.
Estos modestos comentarios tienen sostén en las referencias de los señores politólogos, que como especialistas en politología reciben el nombre de politólogo (dado que la politología es la ciencia dedicada al estudio de la política) como la persona experta en política. Por lo general, esta denominación se otorga a quienes se han graduado en ciencias políticas. El término también se emplea a nivel general con referencia a aquellos individuos que, más allá de sus estudios formales o académicos, evidencian un gran conocimiento sobre política. Ahora para convertirse en politólogo, es necesario contar con nociones de sociología, economía, derecho, historia y otras ciencias sociales. De ahí que el politólogo está en condiciones de analizar y clasificar diferentes sistemas políticos. Es su función analizar las distintas relaciones de poder que se establecen entre los ciudadanos, la clase política, clase dirigente, las características de las instituciones, los procesos de elecciones y las formas de acceso al gobierno.


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