Thursday 18.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1984 días)
La historia se repite. Con la confirmación de la precandidatura de Edgardo Pineda en el Movimiento de Integración y Revolución Andina (MIRA), se ratifica que los rectores de la Universidad Nacional del Altiplano (UNA), no se forman como políticos con principios apropiados para la sociedad.
Esta historia la inició Lucio Ávila Rojas, un candidato nada definido políticamente, que en su afán de llegar al Gobierno Regional recorrió diversas organizaciones políticas, teniendo supuestas conversaciones, por ejemplo, con el movimiento regional Moral y desarrollo, entre otras, para finalmente candidatear por el CONFIA.
Esta historia se repite ahora con el también exrector de la UNA Puno, Edgardo Pineda, quien en primera instancia tuvo la intención de conformar su propio movimiento regional, denominado “TIO”; sin embargo, este proyecto no se concretizó.
Luego de la inscripción fallida de su movimiento, el promotor del MIRA, Miguel Quispe Tipo, aseguró que Pineda ya tenía acercamiento con él; sin embargo, la situación legal de este movimiento también era incierta.
No obstante, la terquedad y ansias de llegar al Gobierno Regional pudo más en Pineda, quien en su búsqueda de un movimiento al que acogerse para las elecciones de octubre, llegó las filas del PDR, quienes lo reciben y lo declararon como su representante legítimo.
Estando Pineda en el PDR, no contó con las maniobras de César Quispe para desplazarlo. Así, Pineda prefirió realizar una retirada honrosa y lenta del movimiento para temporalmente desaparecer del escenario preelectoral.
Aproximadamente un mes después, se conoce que Edgardo Pineda se reconcilió con los militantes del MIRA. Según Quispe Tipo, Pineda era un personaje ligado al movimiento desde sus inicios, por lo que advertía su representatividad.
Estos hechos demuestran que los exrectores de la UNA Puno no comulgan con un solo pensamiento político.
¿Está usted de acuerdo con el proyecto de remodelación de la Plaza de Armas de Puno?