Los Andes

Siniestro en la "Nueva G": Diez años de indiferencia e injusticia

Hace diez años exactamente que los padres de los 12 jóvenes que perdieron la vida en la academia preuniversitaria “Nueva G� esperan se haga justicia para sus hijos. Pese a que los 12 perdieron la vida en el derrumbe provocado aquella fatídica fecha, la justicia no se pronuncia.

Un 19 de abril del 2002, los jóvenes Marleny Cabrera Huamán, Susan Brenda Bedregal Maquera, Melania Flores Medina, Roxana Mango Mayta, Deycid Mamani Beizaga, Yakelin Callo Chirinos, Nelzon Masco Trujillo, Milagros Chico Tito, Edith Pérez Durand, Inés Huacoto Huanca, Marilyn Ticahuanca Centeno y César Mamani Ñaupa, murieron aplastados por los pesados bloques de adobe con que estaba edificado el precario local de esta académia.

La misma se ubicaba en el jirón Santiago Giraldo, donde en esta fecha, llegan año a año los padres de todos los jóvenes para recordar el lugar exacto donde sus hijos dejaron de existir.

Aún más deplorable es que a un decenio de ocurrido el siniestro, no se haya sentenciado a nadie. Nadie ha sido sancionado hasta el momento por la muerte de estos inocentes jóvenes, cuyo único delito fue confiar en las autoridades de esta academia.

Flavio Mamani Pando, es el padre de Deycid Mamani Beizaga, ella tenía aquella fecha apenas 17 años, hoy tendría 27 y sería, por lo menos una exitosa profesional, el orgullo de sus padres, sin embargo, el destino tenía guardado otro camino para ella.

Flavio Mamani y los padres de los otros once jóvenes muertos aquella fecha han esperado por diez años que el juez del Primer Juzgado Mixto de la Corte Superior de Justicia de Puno, Peter Manzaneda Cabala sentencie a los culpables por la muerte de sus hijos.

Existe una responsabilidad compartida, señala Flavio Mamani. Las autoridades del sector educación, por permitir que una academia funcione en un local no apto, el dueño de la vivienda por alquilarla, sabiendo que sus estructuras no podían resistir un gran peso y los promotores de la academia, que hasta ahora siguen laborando, como si nada hubiera pasado. Para la justicia este crimen quedó impune.

MAL JUEZ

Peter Manzaneda Cabala es el juez que lleva el caso por la muerte de estos 12 jóvenes. En el año 2010 este juez fue sancionado por la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) por infringir sus deberes jurisdiccionales.

En aquella oportunidad fue suspendido por un mes por retardo en la administración de justicia, descuido en la tramitación de los procesos y negligencia inexcusable. Un mes después Manzaneda Cabala retornó a su oficina, y pese a la sanción continúo dilatando los procesos.

En aquella oportunidad este magistrado tenía más de 60 procesos judiciales a “espera� de su dictamen. Sin embargo, Manzaneda Peralta no es tan lento como para dictar sentencia en otros casos.

En diciembre del 2010, en tiempo record, emitió un fallo a favor del “video pub La Noika� y ordenó al municipio de Puno que se le expida la licencia de funcionamiento como discoteca. Tal celeridad esperan los padres de los 12 jóvenes muertos desde el año 2002.

Flavio Mamani, narra, casi desesperanzado, que el juez Peter Manzaneda, les ha prometido que a más tardar para el 30 de abril de este año, se emitirá una sentencia para los acusados.

“El prometió que lo haría para esa fecha, nos dijo que avanzó algo�, señala Mamani Pando a Los Andes.
Sin embargo, este no es el primero, ni el último de los casos a manos de Peter Manzaneda. La justicia no solo es ciega, sino también lenta y necia.