Los Andes

Como es tradicional, este domingo, cientos de puneños se dirigieron a los cementerios de Laykakota y Yanamayo, para presentar sus respetos a sus familiares fallecidos, ofreciéndoles, alimentos, música, y compartiendo entre ellos una merienda y, de ser el caso, licor; todo ello en medio del desorden y del descuido.

En el día “Día de Todos los Santos�, varias de las familias desarmaron la “ tómbola� llena de alimentos y bebidas favoritas de sus familiares fallecidos llevando todo a las tumbas y nichos en los que descansan sus seres queridos y no solo eso, también llevaron todo el cariño por sus muertos y lo expresaron con rezos, cantos y música.

Uno de los atractivos exhibidos en el cementerio Yanamayo fue la vieja carroza marca Hudson del año 1905, uno de los primeros automóviles que llegó a la ciudad (parte de su carrocería es de madera) que brindó los servicios de traslado de cajas de los fallecidos hasta el año 1960 en que fue reemplazado por otra camioneta

Por otra parte, se comprobó una vez más que nuestras festividades se hicieron demasiado grandes para la ciudad. El desorden excesivo, el tráfico, la abundancia de basura y otras carencias se hicieron palpables para los concurrentes, muchos de los cuales no pudieron encontrar un espacio para compartir su merienda con comodidad.

No obstante, la población se las arregló para disfrutar de un día de reunión familiar en la que pudieron compartir simbólicamente con sus muertos comida, música y hasta baile. El cementerio de Yanamayo y la loma que se extiende en sus proximidades estuvieron completamente abarrotados.