Desarrollo y políticas de desarrollo regional



Escribe: Luis F. Vilcatoma Salas | Regional - 04 Nov 2014


En este 346 aniversario de Puno, algunas reflexiones a partir de los paradigmas de desarrollo y las políticas sobre su realidad y futuro son importantes, como las siguientes:

A lo largo de estas cuatro últimas décadas se ha venido construyendo un conocimiento bastante fluido, diverso y disperso sobre la realidad de Puno, desde diferentes vertientes disciplinares (historia, economía, sociología, antropología, lingüística, ingenierías, educación, etc.) y epistemológicas (positivismo y neopositivismo, marxismo estructuralista y crítico, estructural-funcionalismo y más recientemente institucionalismo), inicialmente en la Universidad Nacional del Altiplano (UNA-Puno), en algunos sectores del Estado como Agricultura, Educación y Salud, en Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), en algunos partidos políticos y en la propia Iglesia Católica particularmente de la denominada Iglesia del Sur Andino cuya intelectualidad más avanzada, progresista y crítica ha facilitado ideas y conocimiento significativo para entender mejor la realidad sociocultural de esta región altiplánica y obrar en consecuencia.

Entre los años 70 y 80 del siglo anterior el enfoque disciplinar y académico hegemónico con el que se ha leído la realidad de Puno, giró predominantemente alrededor de una concepción crítica de marxismo estructuralista, como una prolongación de la enorme audiencia y aceptación nacional que esta concepción tenía en el campo de las ciencias sociales y la praxis académica, y gracias a lo cual fue posible desenmarañar críticamente las condiciones estructurales, históricamente constituidas, de la realidad de Puno que tenían que ver, por ejemplo, con las características de la acumulación capitalista dependiente en el Perú y las consecuencias de este modelo de acumulación en Puno como la desarticulación del aparato productivo regional, el reforzamiento del patrón primario-exportador de la economía regional, la concentración y centralización de las decisiones políticas y administrativas en Lima y el Gobierno Central, la incapacidad de desarrollo tecnológico y el abandono de la tecnología propia, la incertidumbre en la actividad productiva, las estrategias de acción del Estado verticales y concentradoras, una administración pública que no asume un efectivo rol promotor del desarrollo y las políticas que no incorporan en su diseño la racionalidad económica y social de los productores andinos.

Una importante preocupación intelectual que brotó especialmente, en lo que se refiere a la UNA-Puno, en el Instituto de Investigación y Desarrollo Social del Altiplano (IIDSA) con las investigaciones pioneras de Ricardo Claverías Huerse, Fidel Urday Concha, Alberto Chepiú Salazar, Víctor Sotomayor Pérez y una pléyade de investigadores varios de los cuales todavía se mantienen en la vida académica universitaria activa. Se trató de un paradigma centrado en las clases sociales y la explotación económica y social del departamento de Puno, para quien el desarrollo de Puno depende del trastocamiento raigal de sus condiciones estructurales económicas y sociales y de la matriz socio-política que le es inherente.

Entre los años 80 y 90, con la derrota de los movimientos y partidos políticos de izquierda y la creciente hegemonía de la globalización y el neoliberalismo en el Perú, en un contexto de senderización de la vida política y de debilitamiento del tejido social e institucional, de desregulación de la vida económica, desnacionalización de la propiedad empresarial y surgimiento de un nuevo grupo de poder económico transnacionalizado con enorme influencia en las políticas estatales; donde las universidades se ven constreñidas ideológicamente a neoliberalizar sus currículos académicos desapareciendo, por ejemplo, asignaturas críticas al sistema (economía política, filosofía marxista); la preocupación investigativa por el desarrollo de Puno se focaliza en los temas la producción y productividad capitalistas modernas, las cadenas productivas, los corredores económicos, las alianzas estratégicas, la capacitación de los productores, el valor agregado de los productos, etc. Es decir en temas funcionales al crecimiento de Puno en el marco de la nueva lógica impuesta por el capitalismo internacional en su fase de globalización y neoliberalismo, y de descentralización relativa de la gestión pública con la salvedad del interregno impuesto por la autocracia fujimontesinista luego del autogolpe del 05 de abril.

La percepción dominante sobre la realidad de Puno, durante todo este tiempo es, en consecuencia, la de una realidad “atrasada” por factores internos a su propia formación social regional (teoría neosubdesarrollista) cuya salida estriba en la introducción y despliegue del capitalismo neoliberal a través del mercado regional donde todos deben participar como vendedores y consumidores especialmente a partir de los sectores de la venta de materias primas y los servicios . Las propuestas de políticas estatales del gobierno central y regional avanzan, entonces, por la generación de condiciones básicas (infraestructura vial, energía, crédito, comunicación, capacitación) para la inversión privada nacional y extranjera; en un contorno donde Puno es cada vez más urbano que rural, su población especialmente juvenil se ha incrementado significativamente, prospera la economía informal, se tienen serios daños al medio ambiente como consecuencia de la minería informal y también formal, y el número de unidades económica rurales se ha incrementado mucho más que antes; además donde los partidos políticos se han debilitado e incluso desaparecido para ser sustituidos por movimientos políticos descartables, caudillescos y de miradas cortas. Se trató, en consecuencia, de un paradigma submodernizador capitalista de la sociedad regional, con mucha informalidad y corrupción.

En los años 2,000, luego de que las políticas neoliberales ingresaran a un periodo de crisis y cuestionamiento con la consiguiente pérdida de legitimidad de sus fautores y críticas serias provenientes desde el territorio de la izquierda política como del mismo campo de la derecha política intelectual; asoma un nuevo paradigma interpretativo de la realidad de Puno: el paradigma institucionalista que centra su interés en la dinámica de las instituciones del Estado, en su racionalidad e importancia para que las políticas tengan efectos concretos y se garantice el “desarrollo” de la región de Puno. Es el paradigma que se afinca en interpretar el desfase entre los productos de las organizaciones y las demandas ciudadanas, imperante a la fecha y por el cual el interés marcha por las conductas de las personas y los sistemas donde desenvuelven sus actividades, por la gerencia institucional con calidad, la evaluación del desempeño (autoevaluación y acreditación), la planificación estratégica y la responsabilidad social de las instituciones, entre otros.

La hegemonía de un paradigma sobre el otro o los otros no significa, empero, la anulación del o los demás paradigmas que se van actualizando y afinando en la sucesión de circunstancias históricas en el país. Así, en las circunstancias de dominio del paradigma neoliberal el paradigma marxista estructural enriquecido con una visión de marxismo crítico (Gramsci, Luckacs, Korchs, Mariátegui), comienza a profundizar críticamente en los temas liberales sobre legitimidad, ciudadanía, democracia, integración e inclusión social, competencias, descentralización social y otros, configurándose una temática común aunque diferente en sus trayectorias interpretativas entre el marxismo y el neoliberalismo; profundización que se mantiene y amplía en la época más reciente de utilización del paradigma institucional con los temas de los derechos sociales y la ciudadanía intercultural.

¿Cuál ha sido la influencia de estos paradigmas interpretativos de la realidad de Puno en las políticas regionales de desarrollo formuladas y actuadas por los agentes gobernantes durante todos estos años?

Los paradigmas de “desarrollo” en la sociedad global se asumen, procesan y aplican en y desde las políticas nacionales que se proyectan hacia los gobiernos subnacionales (regionales) para su aplicación en los diferentes “sectores” estatales (economía, agricultura, pesca, educación, salud, vivienda, etc.). En ese sentido, la recepción y procesamiento regional de estas políticas puede tener varias formas: una forma pasiva y acrítica sin procesamiento racional autónomo que generalmente está a manos de una tecnoburocracia acomodaticia con la aceptación cómplice de un cuerpo político, (clase directiva puesta allí por el voto ciudadano) castrado de utopías racionales y de una voluntad política sustantiva para la reconversión de la economía y el espacio regional y de las instituciones que conforman el sistema político regional, actuando una voluntad social activa y organizada dispuesta al ejercicio de los cambios estructurales que la región necesita; o una forma activa y crítica donde las políticas globales son asumidas con el lente de un proyecto regional alternativo al ideario neoliberal normalizador. Las políticas nacionales, desde este punto de vista, tienen un valor agregado regional que permitiría integrar a la región de Puno en la sociedad nacional global a partir de lo que ella representa como diversidad (económica, social, cultural y geográfica), particularidad, densidad y movilidad social, aspiraciones históricas, problemas y necesidades. Lo cual implica, dentro de otras cuestiones, que el cuerpo político directriz regional (presidente regional, consejeros regionales, gerentes, directores, asesores, etc.) se empodere críticamente de los fundamentos teóricos y científicos y doctrinales de las políticas que emanan del gobierno central y de las propias formuladas en el espacio regional, para procesarlas, redefinirlas, enriquecerlas y aplicarlas con garantías de logro de sus propósitos. Lamentablemente en el decurso de casi todos los gobiernos regionales que hemos tenido hasta la fecha (con excepción se podría decir del primer gobierno regional de la Región Puno-Moquegua-Tacna presidido por el Ing. Romeo Paca Pantigoso), ha imperado en la vida política práctica (no en la de los discursos y las formalidades representadas muchas veces por los planes de desarrollo “estratégicos” oficiales) la primera de las formas de procesar regionalmente las políticas, tanto las que proceden del nivel central como las construidas regionalmente, con una fuerte dosis de racionalidad suave, empirismo, dogmatismo tecnocrático (apego cuasi religioso a la formalidad instrumental de la racionalidad neoliberal), sectorialidad y corto placismo.

Volviendo al asunto de los paradigmas, una alternativa gubernamental regional crítica podría ser una alternativa que triangule los paradigmas aprovechando lo más importante de cada uno de ellos hacia una entelequia de desarrollo integral, democrático, descentralizado, humanista y sostenible de la región de Puno. Del paradigma marxista estructuralista y crítico se obtendría el concepto estructural de la realidad de Puno, las tendencias económico sociales (regularidades o “leyes” económicas y sociales), la lógica sub actuante del sistema político que expresa las relaciones de poder entre clases sociales regionales, el poder como capacidad y deliberación pública, la configuración de una ciudadanía social y no simplemente del voto. Del paradigma positivista neoliberal sería de importancia tener en cuenta el mercado regulado por el Estado, la activación de la vida económica regional a través de las unidades de producción privadas pequeñas y medianas de bienes y servicios reguladas por la normatividad estatal; la explotación de los recursos naturales con estudios de impacto social y licencia social, etc. Y, del paradigma institucional es importante tener en cuenta la necesidad de modernizar las instituciones públicas, impulsar su responsabilidad social, garantizar la vigilancia social, profundizar en el desempeño ético de los funcionarios y en el servicio de calidad de las instituciones públicas y privadas de la región.


ESPACIO PUBLICITARIOS

Video



Encuesta

¿Está usted de acuerdo con el proyecto de remodelación de la Plaza de Armas de Puno?



Archivo
Telf.: +51-51-350775, +51-51-327436 | Dir.: Jr. Cajamarca Nro. 274 - Puno, Jr. Salaverry 411 Of. 307 Plaza de Armas - Juliaca.
CORPORACION DECANO ALTIPLANICO S.A.C. Diario Los Andes
Diseño y Desarrollo Web: G!