Saturday 20.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1985 días)
La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, presentó ayer sus alegatos finales en el juicio político que le puede costar el cargo y afirmó que el Senado "está a un paso de concretar un verdadero golpe de Estado”.
En su primera comparecencia del proceso ante los 81 senadores, constituidos en tribunal, Rousseff dijo que siente "el gusto amargo y áspero de la injusticia" y avisó que no debían esperar de ella lo que calificó de "obsequioso silencio frente a los cobardes que pretenden atentar con el Estado de Derecho".
Durante la primera parte de su intervención en el Senado, la presidenta aseguró que no había "cometido ningún crimen" y que era injustamente acusada, en un duro, denso y firme pero sereno discurso político.
Allí también apeló a lo emocional, por lo que por momentos se le quebró la voz. Rousseff insistió en su inocencia y aseguró que, en el ejercicio de su mandato, cumplió con rigor con el "compromiso de defender la Constitución" y las leyes.
Dilma Rousseff, es preciso señalar, puede ser finalmente destituida hoy o mañana, lo que confirmaría en el poder al ahora mandatario interino, Michel Temer. Una vez concluido el interrogatorio, el pleno de 81 senadores decidirá el futuro gobierno del país en una sola ronda de votación.
Cabe añadir, finalmente, que los aliados de Temer aseguran tener entre 60 y 61 votos para garantizar la condena, más de los 54 necesarios, en tanto que todos los sondeos coinciden en que solo un milagro evitará la destitución de la mandataria que por ahora está suspendida.
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