Friday 19.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1984 días)
“Yo nací en medio de esta costumbre y soy devota de la Cruz de Mayo, porque se han hecho realidad muchos de mis sueños”, afirma Genoveba Flores, en compañía de su esposo, Sebastián Zeta.
Ambos son alferados de la Santísima Cruz de Bellavista de este año y han vivido de cerca la sincronía de la religión católica y la andina, especialmente cada 3 mayo y –lo que es curioso en ellos– en diferentes localidades de la región.
La Cruz del 3 Mayo ubicada en la capilla del barrio Bellavista de la ciudad de Puno, es una de las más importantes del altiplano, debido a que se entrelaza con la “Feria de las Alasitas”, involucrando además a dos de los barrios más añejos de la Ciudad Lacustre: El Porteño y Bellavista.
En cuanto a actividades, cada 2 de mayo se realiza la misa de albas, y al finalizar el día se hace la quema de fuegos artificiales y castillos. Ya en el día central, centenares de feligreses asisten a la solemne misa y acompañan en procesión a la Santísima Cruz por varias arterias del barrio Bellavista.
“Participo hace 40 años en esta festividad. La fe mueve montañas, requiere un costo la organización, pero todo lo que se hace con devoción es retribuido por nuestro Santísimo”, dice Oscar Flórez, ciudadano del barrio Porteño.
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