Los Andes

¿Es la maternidad acaso una nueva forma de esclavitud moderna en la sociedad de hoy?, es una de las interrogantes que la psicóloga francesa Elisabeth Badinter intenta responder en su libro “La Mujer y La Madre�, publicada en Francia en el 2011 y que ahora se amplía a una edición en español que viene generando opiniones encontradas con las corrientes naturalistas, ecológicas y feministas del mundo occidental donde el Perú no es ajeno a ello.

Sin duda que la mujer desde hace miles de años fue la encargada de la crianza de los niños y de su alimentación; sin embargo, esa premisa vino sufriendo paulatinamente una serie de modificaciones y más aún con el inicio de la corriente feminista, que intenta reivindicar a la mujer introduciéndola como agente activa del desarrollo del mundo moderno.

Para la psicóloga francesa Elisabeth Badinter, esa idea de conquista de derechos de las mujeres iba en ascenso hasta la década de los 80, en Europa, EE.UU y Latinoamérica y, que en este siglo XXI se ve afectada por la crisis económica y como consecuencia, otra vez vuelve la maternidad a ser el centro de la vida femenina.

Badinter, señala que la ofensiva naturalista de algunas ONGs que defienden el parto natural, la lactancia materna y el retorno al uso de pañales reutilizables está convirtiendo a la maternidad en una nueva forma de esclavitud moderna en pleno siglo XXI, dejando atrás los últimos avances tecnológicos sobre el parto y la crianza de los recién nacidos.

SE ABRE EL DEBATE
La autora de esta teoría, pretende abrir un debate sobre esta tesis, sustentado que en Europa y países occidentales industrializados, existen “ecomadres� o “supermamás� que quieren hacerlo todo bien y quieren hacer de su hijo una obra de arte, por esa razón y el resultado de la crisis, la mujer empieza a dejar el trabajo en empresas y volver a casa.

La crisis hace que la mujer retorne al primer plano natural, con la crisis económica la mujer cree que el capitalismo fracasó y que nos olvidamos de proteger la naturaleza, por eso se cree que todo lo que viene de la tierra es bueno, nos preguntamos si eso era o no era sabiduría, no será que el destino de la mujer no es sólo maternal, explica.

“Estamos volviendo al parto natural con dolor, adiós a la oxitocina, buscamos mujeres que den pecho a sus hijos a demanda, que los biberones sean usados menos, que los pañales se vuelvan a lavar dentro de una doctrina eco, las mujeres jóvenes están siendo atacadas con eso, si no das parto natural, no lavas pañales, eres una mala madre�, dice.

EL LUGAR DE LA MUJER
Badinter relata que las mujeres son víctimas y actrices al mismo tiempo, pues cree que se las encuentra en dos clases de la sociedad, las más favorecidas, las que ya tienen trabajo interesante, tienen una carrera profesional y a las que oye decir tengo 30 años, tengo trabajo, dinero y ya es hora para tener hijo, dejaré el trabajo por un tiempo.

Y por otro lado, tiene a las más difíciles, las que no tienen trabajo o tienen trabajo a medio tiempo y es más favorecedor para ellas tener apoyo del Estado y quedarse en casa criando a sus hijos, olvidándose de los derechos ganados en las últimas décadas, aquí la duda es cual debería ser el lugar de la mujer.

AJUSTE DE CUENTAS
Otro punto que atraviesa la mujer es el ajuste de cuentas de las hijas hacía las madres -dice Badinter- esta nueva generación de descendientes de mujeres feministas la practican más, pues asegura que en su generación todas las mujeres querían lo mismo, ser independientes, tener hijos y hoy la generación dice lo haz hecho todo mal.

“Antes yo decía no quiero ser como mi madre, no quiero esperar en casa a que llegue mi marido en la noche y pedirle dinero, yo quiero ser independiente, trabajar y tener mis hijos, ahora las hijas dicen no quiero ser como mi madre, no quiero tener una vida de estrés en el trabajo, no quiero volver nerviosa a casa y hacerlo todo y eso sin contar que mi marido me sea infiel�, relata.

NO EXISTEN SUPERMUJERES
La psicóloga narra que las mujeres no tienen instinto como los animales, todas quieren hacer lo mejor y lo hacen mal, se equivocan, siempre olvidan que al contrario de las monas u otros animales, las madres humanos tienen inconscientes y no entienden a los hijos, no existe el instinto maternal, sólo el instinto llamado amor.

El amor es un instinto humano que se construye cada día, a muchas mujeres les cuesta construir eso a cuesta de su historia o de razones personales, hay mujeres que están más atraídas por amamantar a sus hijos y eso es lo mejor, para otras no, “yo quiero decirles a las mujeres que por no dar pecho a sus bebés no es ser una mala madre�, detalla.

Una mujer que haya amamantado a sus hijos un año o dos es posible que los hijos digan que mi madre fue mala y otros a que no se hayan amamantado digan mi madre siempre estaba ausente, siempre somos algo para esos hijos, debe respetarse el deseo de las jóvenes a ser madres, que una madre no amamante no es mala madre, eso no hace más feliz al niño.

FUTURO DE LA MUJER
Badinter dice que la implementación de la cuota femenina lograda gracias a la intervención de movimientos feministas no es buena, pues pone en cuestionamiento las capacidades de la mujer, la condición de la mujer con la cuota femenina no cambió en absoluto, en esta parte, ella va en contracorriente.
se debería sacar esa cuota, las mujeres están desarrollando más competencias, es verdad que queremos ir más deprisa, pero eso puede ser una caja de pandora, no hay competencia ni cualidades, es comparar una designación por el sexo, religión o color de piel, habrá otros que dirán porque yo no puedo ser, eso es discriminación, concluye.