Rijchary runa sonco: Plan regional de medicina preventiva


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Escribe: Rolando Waldo Gómez Poma | Sociedad - 01 Mar 2015


Los sistemas de atención sanitaria de las diferentes regiones fueron esbozados siguiendo una política nacional, donde la prevención es primordial para evitar procesos sanitarios que se convertirán en un atentado contra la economía familiar y nacional. Para ello el Ministerio de Salud aprobó la Resolución Ministerial N° 464-2011/MINSA, donde se actualiza el modelo de atención integral de salud basado en la familia y la comunidad. Pero ese modelo contemporáneo toma como punto de referencia a planteamientos básicos y esenciales de la Organización Mundial de la Salud, carta de intención de Bangkok, etc, donde se mencionan planteamientos específicos para socializar la sanidad en beneficio de la población, además de accesar a los establecimientos de salud sin que exista de por medio una barrera económica.

Parece que los galenos que trabajan en esta ubérrima patria, se olvidaron de la trascendencia mundial que tuvo el médico Manuel María Nuñez Butrón en todos los postulados del MAIS, en ninguna de sus líneas reconoce la epónima acción del galeno puneño, pero la Organización Mundial de la Salud y en la declaración mundial de Alma Atta (Kazajistán 1978), en la conferencia internacional el médico nacido en el distrito de Samán (Azángaro), que cursó estudios en universidades nacionales e hispanas, fue siempre discriminado por su ascendencia andina; nunca sus colegas de ayer lograron asimilar que un Indio tenga mayor relevancia que ellos, pero hubo médicos panamericanos (argentinos y chilenos) que sí se interesaron por la forma eficaz de socialización de la medicina, en un pueblo donde se mascullaba mugre, licor y riñas personales, siendo declarado así por la OMS como Pionero de la Atención Primaria en el Mundo.

Pero ¿en qué consistió el trabajo de éste humilde médico que fue proscrito por los hacendados de la época para ser expatriado de Puno? Simplemente se dedicó a socializar la medicina. En 1933, Manuel Núñez Butrón toma la decisión de utilizar una indiscutible labor social: organiza un sistema de atención sanitaria orientado a las poblaciones indígenas y campesinas de Puno, generando un movimiento regional al que denominó RIJCHARY (despierta) dirigido a la prevención de la salud, la educación y el trabajo, convirtiéndose en la primera experiencia de atención preventivo-promocional en el Perú y el mundo, adelantándose a lo que cuarenta años más tarde se llamaría “atención primaria de la salud”. Pero en ninguno de los renglones del MAIS aprobado por el Ministerio de Salud se reconoce esta labor ni al médico propulsor de la prevención sanitaria.

Para entender mejor la ideología de Núñez Butrón y el Rijcharysmo, nos remitiremos a la revista Runa Soncco, órgano de masificación y perennización de la forma de actuar de este médico, en su contenido se adaptó al conocimiento y carestías de las comunidades nativas de Puno, en sus páginas se tocaban temas de diversa índole social, como la vida social de los nativos andinos, el sirvinacuy, matrimonio, defunciones o nacimientos, higiene, limpieza y las prácticas saludables que evitan las enfermedades, expresando una voz del pueblo ante los avatares avasallantes de los letrados, hacendados, autoridades, y dando una expresión médico-indigenista señalando que el problema que afrontaba el indígena era básicamente “un problema sanitario”. en Runa Soncco se encuentra el deseo por integrar la cultura andina con la salud occidental, mediante la reivindicación de la raza nativa y de su cultura. A lo largo de sus páginas, la revista combina temas nativos con el mensaje sanitario, divulgando atractivos lemas, como: Desconocer su raza indica ignorancia; Qué rica es la comida cuando las manos están bien lavadas; en lugar de comprar alcohol y coca, hay que comprar lápiz, papel y jabón; un indio limpio causa mucho respeto y si sabe leer y escribir, se le respeta mucho más, y bañar el cuerpo y quitar la mugre es clausurar la farmacia y tener diez años más de vida.

Pero, ¿quiénes fueron los principales cómplices de éste médico azangarino? Fueron los licenciados del ejército, curanderos, chamanes, líderes sociales que sabían leer y escribir; estos personajes fueron llamados los Rijcharys, quienes con brazalete con una cruz que los identificaba como tal (ahora podemos identificar a personal de la Cruz Roja internacional, entidad que no existía en la época) visitaban casas, haciendas, pueblos y se dedicaban a cortar los cabellos, asear las habitaciones, y leían a voz alta los mensajes que se publicaban en Runa Soncco y otros documentos que hablaban de buenas prácticas sanitarias, entendiendo de que el Pionero de la Atención Primaria en el Mundo emergió en Puno. El sector salud y los propios médicos de la región no dan importancia a la trascendental función social de la comunicación en todos sus niveles; hace poco en la sesión de consejo regional se discutía la aprobación del Cuadro de Asignación de Personal. Con todos los informes pertinentes, pudimos notar que ese documentos parecía más un documento apócrifo que uno técnicamente elaborado, lo propio ocurre con la convocatoria de plazas en la modalidad de CAS, donde se eligen a profesionales sin los criterios de necesidad de cada zona, los índices de incidencia de problemas sanitarios, formas atención integral, con eficiencia y eficacia profesional, además de una adecuada socialización.

Para nadie es un secreto que no nos gusta reconocer a nuestro valores étnicos, siendo uno de ellos Nuñez Butrón, que vivió alejado de las formas de comunicación masiva, no se imaginaba en el tiempo y espacio de esa época la trascendencia de las redes sociales y hoy vivimos en la tiniebla sanitaria, hoy con todos los adelantos científicos continuamos asistiendo a muertes por negligencia médica, desatención médica, muertes extra hospitalarias, y lesiones leves que por falta de personal sanitario las hemorragias o envenenamientos son irreversibles, los gobernantes del sector salud se empavonan cuando dicen “hemos reducido la mortalidad de madres gestantes” como si fuera un logro, pero entendiendo su lógica, estos profesionales solo ven números, no ven a personas, no visionan a familias enteras sumidos en lágrimas. Lamentablemente esta es nuestra realidad, la indolencia sanitaria, y una sociedad sin retornos a recobrar la salud.

“Para un ámbito poblacional de un millón de personas no tenemos más de cien obstetras”, decía un profesional de esta especialidad. Por otro lado, otro gremio profesional vocifera que siendo la comunicación un aspecto principal en el desenvolvimiento de la población, porque solamente se tienen en la convocatoria a menos de cinco profesionales de éste rubro, cuales son los criterios de priorización de enfermeras en las diferentes Reddes de salud si no existe la capacidad de atención humanitaria a la población que acude por algún mal a los establecimientos de salud; en fin, existen muchas dificultades y priorizaciones ladinas, donde el tecnicismo chabacano y vulgar se apoderó del sector salud. Dios nos agarre confesados cuando necesitemos de estos profesionales de la salud. Claro que existen profesionales probos y solemnes en sus actos, son pocos y ellos deberían ser parte de la administración, para cambiar la imagen de este sector. El legado de Nuñez Butrón no es solo el MAIS, sino la socialización y falta esa parte del ser humano, atender al congénere según el juramento de la profesión y no de mezquindades. Lo preventivo promocional debe ser imperativo para no consumir pastillas. Es imperativo nominar a un gerente de desarrollo social con éstas cualidades y no a un nonato, con el respeto de los nonatos.


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