Los Andes

Luego de una hora de caminata, se llega a la cima del cerro donde se encuentra el santuario del “Señor de Imarrucos�, ubicado en el distrito de Taraco (Huancanè), en el límite con Samán (Azángaro), lugar al que miles de peregrinos acuden a orar y pedir favores durante la celebración de Pentecostés.

La peregrinación de los creyentes encabezados por los alferados se realizó el viernes, antes de la fiesta central que se dio ayer, acompañados de danzas costumbristas como los Puli Pulis, Toro Toros y Kusillos, al ritmo de pinkillos y bombos, quienes en medio de celebraciones religiosas amanecen velando la imagen del Señor de Imarrucos.

Allí también se realiza una feria de miniaturas, con la participación de chamanes que realizan el ritual del “Challachi�, para que las personas obtengan sus anhelos de mejorar sus actividades agropecuarias, curar sus males o simplemente obtener algún bien.

El día sábado aún llegan más peregrinos locales y de otras regiones, quienes ingresan a la capilla para encender velas en veneración a Cristo; luego, pasando el mediodía, los alferados, los tenientes, danzarines y devotos, en medio de música tradicional, bajan una cruz que representa al Señor de Imarrucos, entregársela a los nuevos alferados, luego de descender una pendiente.

En las faldas del cerro, varias comparsas de danzarines esperan la comitiva, donde los denominados Osos (kusillos) y militares caricaturizados bailan, entreteniendo a los concurrentes con su voz aguda, con movimientos graciosos y molestado a quien se cruce en su camino, para finalmente llegar hasta el pueblo de Taraco, donde se realiza un pasacalle.

En el día central se realizan misas en honor al Señor de Imarrucos, ocasión que es aprovechada por los creyentes para contraer matrimonio, recibir a nuevos alferados, que acompañados de familiares y amigos de comunidades campesinas, ejecutan danzas de trajes de luces como morenadas, las que participan de una parada folklórica por el centro de la ciudad de Taraco.